Es absurdo pensar que la gente y las cosas se estancan en un planeta que gira sobre su propio eje a más de 360 Kms. por segundo… Todo cambia: Cambiamos de casa, de trabajo e incluso, un amigo de mi hermana se llamaba «José» y ahora es «Johanna».
En Venezuela, es común cambiar de nombre a Parques, calles, plazas, etc… En dos décadas de gobierno revolucionario, le cambiamos el nombre al país, a la moneda, a los parques del Este y del Oeste, a la autopista que cruza Caracas, etc. Usted, que no es venezolano, pensará que son «cosas de la izquierda», pero es que los gobiernos «de derecha» también tienen esta inclinación y un buen ejemplo de lo que cuento es la avenida que sube desde la Francisco de Miranda hasta el Centro San Ignacio: Avenida Mis Encantos, Avenida Uslar Pietri o (ahora) Avenida San Ignacio de Loyola. ¡Ojo! Este no es un caso aislado de nuestro actual alcalde de Chacao: la placita de las 3 esquinas, en los Palos Grandes, fue «rebautizada» en el 2019 como «Pedro Penzini Fleury»… Total, se hizo una placa nueva y la gente sigue llamándola «las 3 esquinas», como «Ávila» al Warairarepano, «Parque del Este» al Parque Generalísimo de Miranda o, «Autopista Francisco Fajardo» a la Gran Cacique Guaicaipuro. Ya ves que, en la campaña electoral, eso de llamar a «votar por el cambio» es algo literal.
¿Quieres un consejo? No te des mala vida con los cambios de nombre (a fin de cuenta, nadie los tomará en cuenta) y, si no te dan las finanzas para poner un restaurant en una de las nuevas torres de Las Mercedes, monta un emprendimiento de fabricación de placas de señalización.
