Lo que pudo ser una entretenida y lograda miniserie ha terminado siendo una especie de sopa con muchos ingredientes y poca sustancia.
«Caleidoscopio» trata de recrear los clásicos filmes de grandes robos, como la saga de «Ocean’s Eleven», que juntaban un elenco de actores cinco estrellas con un guión sólido y bien llevado. Aquí se aprecian actores con grandes cualidades interpretativas, como Giancarlo Esposito, Paz Vega y Peter Mark Kendall, pero lamentablemente su nivel decae con papeles cliché que no explotan la calidad que han demostrado en otras actuaciones.
Todas las historias se quedan a media tinta, sin desarrollarse a profundidad, sin ningún aporte real a la trama y llegando a ser soporíferas y banales. No se logra empatizar con nadie.
Y el gran gancho de la serie, que prometía dar una experiencia extra a la historia, es que los capítulos se pueden ver en cualquier orden, salvo el último que es el BLANCO. Pero esto realmente no aporta nada y termina dando un spoiler tras otro, lo cual perjudica a toda la trama de «Caleidoscopio».
En definitiva, es otro tiro al pie que se ha dado Netflix con esta miniserie, carente de la tensión y suspenso característicos de este tipo de historias, con personajes que no transmiten nada y con una dirección que deja mucho que desear. Una serie solo para pasar un aburrido fin de semana.
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