Crítica editorial a In The City, la colaboración 2025 entre Charly García y Sting, donde dos ciudades, dos leyendas y un piano vuelven a sonar.
La grandeza histórica de este par de artistas es innegable: Deberían tener sus respectivos y particulares museos del Rock & Roll y, aún así, no se duermen en los laureles (a pesar de encontrarse en edades que propician la narcolepsia) y deciden lanzar In The City, una colaboración que parece escrita por el destino o por algún algoritmo nostálgico. La canción rescata una vieja pieza del Charly post Kill Gil y la reencarna con un toque británico que huele a Buenos Aires mojado y a New York City en hora pico.
El videoclip de In the (Two) Cities
En el video observamos en paralelo a Charly, recorriendo Buenos Aires en un antiguo taxi y a Sting, haciendo lo propio en Manhattan. Dos ciudades que no duermen, dos músicos que se niegan a acostarse (una banda de Charly se llamó los enfermeros. No debió salir de ellos ahora, que le serían de utilidad). El resultado es poético, melancólico y un poco cruel, como ver a dos viejos leones rugiendo aunque sepan que ya no cazan igual.
La música
La producción tiene a Dominic Miller en guitarras, Ted Jensen en la masterización y (como no) a Charly, moviendo un dedito sobre el piano. Sting, con su eterna cara de profesor zen taoísta, le da el contrapunto justo: elegancia sobre caos. Es como mezclar té inglés con fernet.
Más allá del hype, In The City es un tema sobre el tiempo: el que pasa, el que se pierde y el que aún se puede robar. Charly suena frágil, Sting suena eterno, y el conjunto suena a esa clase de milagro que ni Spotify puede fabricar. Es auténtica nostalgia premium que, entre tanto reggaetón basura, hasta se agradece.
Aunque el rock se tambalee, nunca muere del todo… Ni Kill Gil ni Kill Rock. ¿Qué nos falta por ver y escuchar?