Chuck Palahniuk, autor de la novela original en la que se basó la película de 1999 ‘El club de la lucha’ (‘Fight Club’), de David Fincher, comentó este miércoles el hecho de que recientemente en China se modificara drásticamente el final de la cinta para ajustarse a las normas de censura locales.
En el clásico, protagonizado por Brad Pitt, Edward Norton y Helena Bonham Carter, la historia culmina con el protagonista disparándose en la mejilla, matando a su alter ego terrorista Tyler Durden. Entonces su pareja Marla llega a la escena y juntos observan cómo se produce una serie de explosiones, con edificios en la distancia que se derrumban, concluyendo con éxito el plan anárquico que ideó el protagonista.
Sin embargo, en la plataforma china de ‘streaming’ Tencent Video, la película termina con el protagonista disparándose en la boca, pero luego aparece un texto en inglés que dice: «Gracias a las pistas proporcionadas por Tyler, la policía descubrió rápidamente todo el plan y detuvo a todos los criminales, impidiendo con éxito el plan de destrucción masiva». Continúa diciendo que Tyler fue enviado a un hospital psiquiátrico, donde recibió tratamiento y fue dado de alta en el 2012.
Chuck Palahniuk habla sobre el final de Fight Club en China
«¿Has visto esta mierda? ¡Esto es súper maravilloso! Todo el mundo tiene un final feliz en China«, comentó Palahniuk en su cuenta de Twitter. «Tyler y la pandilla fueron arrestados. Fue juzgado y condenado a un manicomio. Qué increíble. ¡No tenía ni idea! La justicia siempre gana. Nada ha explotado», agregó el escritor.
El final se parece mucho al final original
El autor concedió más tarde una entrevista a TMZ, en la que señaló que el final chino alterado es en realidad algo más parecido a cómo concluyó su libro. «La ironía es que la forma en que los chinos la han cambiado es que han alineado el final casi exactamente con el final del libro, a diferencia del final de Fincher, que era un final visual más espectacular», indicó Palahniuk. «Así que, en cierto modo, los chinos han devuelto la película al libro un poco».
El autor también dijo que veía la ironía en la airada respuesta de muchos estadounidenses a las acciones de China, dado que sus novelas están prohibidas en muchos lugares de EE.UU.: «Lo que me parece realmente interesante es que mis libros están muy prohibidos en todo Estados Unidos«, indicó. «El sistema penitenciario de Texas se niega a tener mis libros en sus bibliotecas. Muchas escuelas públicas, y la mayoría de las privadas, se niegan a tener mis libros. ¿Pero solo es un problema cuando China cambia el final de una película? Llevo mucho tiempo soportando la prohibición de libros», argumentó.