El virtuoso músico Pavlenha nos recibe cordialmente en las instalaciones del Hard Rock Hotel Madrid para responder amablemente a nuestra entrevista antes de concluir la gira de presentación de su disco AMBOLO el próximo 21 de diciembre en LA SALA del WiZink Center. Pueden adquirir las últimas entradas aquí, una fecha que contará con la presencia de artistas amigos como Inazio, Hey Kid y Taburete, y el próximo 4 de enero en Ponferrada, su ciudad natal. Acompáñenme a conocer un poco más a Pavlenha y todo el talento que alberga en su interior.
Hola, Pablo, gracias por tu tiempo. Comencemos por el principio de tu recorrido artístico y musical. Tienes diez años y empiezas a tomar clases de guitarra. ¿Qué recuerdos tienes? ¿Se disfrutaba?
Al principio era un poco arisco. Mi padre me apuntó porque conocía al profesor. Pronto descubrí que me gustaba y se me daba bien. Le encontré el gusanillo y me enganché rápido. Fuera de clase, me gustaba estar, aparte de jugar al fútbol, tocando.
¿Qué recuerdos sonoros tienes de tu infancia?
Me acuerdo de que mi padre me llevaba, después de entrenar los viernes, a clases de guitarra y me ponía “Rock and Roll Train” de AC/DC en el coche.
Saltemos un poco en el tiempo. Comienzas a publicar en redes sociales versiones de otros artistas y tu primer sencillo. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
Nunca subí vídeos con intención de darme a conocer. La bola de nieve comenzó a rodar y hacerse más grande. Nunca había escrito nada. En Ponferrada tenía una banda de versiones y cantábamos en inglés. Empecé a subir vídeos por puro aburrimiento y porque a un amigo le gustaba hacer fotos y vídeos. Al ser en pandemia, creo que aceleró el proceso. Me dio por escribir. Mis amigos de Madrid me decían que en algunos sitios sonaban mis canciones.
Continuando con tu recorrido, llega tu primer disco, Superestabilidad, en el que nos muestras tus raíces más profundas y en el que expresas todo lo que tenías en tu interior. ¿Coincides?
Fue así totalmente. De repente empiezan a llegar personas que quieren trabajar conmigo. Yo era un chaval que no tenía ni idea de lo que era un derecho de autor. Me vi inmerso en la industria musical. Sabía que tenía que hacer canciones porque la gente estaba a la espera. En julio de 2021 subí el primero y tuvo una acogida increíble. Me dije: “Voy a ponerme a escribir, hacer un disco y ver de qué cojones hablo”. Al final fue un acto honesto y la gente interpretó que era un chaval que contaba cosas que nos pasaban a todo el mundo. Con sinceridad contaba cosas de forma especial y creo que por eso conectó tanto ese disco. Fue muy orgánico y visceral.
Con tu guitarra te defiendes como un guerrero junto a tu poesía. A los fans creo que les gustaron todas tus emociones reflejadas, y que les llegaran a su interior.
Creo que tenía el arma de que sabía que la gente conectaba con las canciones. No sé muy bien por qué, pero creo que el factor importante fue que la gente se identifica con las cosas que estoy contando. Cosas que le pasan a una persona que vive en España y son vivencias de Ponferrada, Madrid, etc. La gente me notaba muy cercano y muy suyo, y creo que por eso conectó tanto.
Llega tu álbum AMBOLO, el cual se ha publicado en este 2024 y en el que se percibe claramente tu evolución artística. Hay madurez, reposo, armónicamente suena espectacular y contiene un abanico importante de emociones y sentimientos que reflejas en tus letras. ¿Cuál es tu análisis? ¿Tu prisma sobre el mismo?
Como el primer disco había sido un poco a carrerilla, pensé muy bien lo que quería hacer con el trabajo siguiente, en el sonido que quería tener, y como tenía los medios que para el primero no había tenido, quería reflejar la energía y la potencia, intentando que sea un poco más parecido al directo. Con las letras me sentía más libre. Estoy muy contento con el disco porque refleja lo que realmente somos.
Tu directo es potente, con pasajes acústicos y emocionales. En los primeros meses del año llega un show verdaderamente increíble en la sala MON en Madrid. Según mi parecer, acertadamente has publicado un EP con canciones de ese concierto que refleja a la perfección lo que es la experiencia del directo de Pavlenha.
Tenía la idea de grabar en directo. También para las personas que no me conocen y pudieran escucharnos. Quisimos grabar todo el directo porque era una plaza importante. También iba a haber un cambio importante en el sonido y en la dirección musical. Los músicos que me acompañan son musicazos. Quería enseñar un directo donde hay una conexión desde el primer minuto hasta la conclusión del show. La conexión con la gente lleva el directo a otro nivel.
La carretera es como que sobrevuela tus composiciones. ¿Lo percibes así?
Soy de Ponferrada y voy mucho allí, donde tengo a toda mi familia. Por ejemplo, “La canción que me salvará” se termina justo en uno de esos viajes entre Madrid y Ponferrada. Son tres horas que dan para mucho. Los seguidores me dicen que mi música es banda sonora para viajes y yo encantado de que sirva para viajar, estar de fiesta o escucharla en casa.
Para terminar el año va a llegar una fecha muy especial, que es la más importante de tu carrera. ¿Qué expectativas tienes para el próximo show del 21 de diciembre en LA SALA del WiZink Center?
Va a ser el directo más importante de mi carrera hasta la fecha. Madrid siempre ha sido un punto muy importante para mí y por eso he querido cerrar la gira con estas dos fechas en Madrid y Ponferrada. Para mí también es mi ciudad Madrid, y el público de aquí es el que me ha hecho abrirme a otros públicos. Creo que va a ser una noche muy emotiva, donde vendrán amigos a cantar (Inazio, Taburete, Hey Kid) y vendrán muchos amigos de mi ciudad porque es en sábado. Tengo muchas ganas. Llevamos cuatro meses esperando ese día.
Una pequeña encerrona musical antes de finalizar: ¿The Strokes, Tame Impala o El Mató a un Policía Motorizado?
Uffff… Te diría que son tres etapas muy marcadas. Strokes son mi adolescencia, Tame Impala desde los 18 a los 25 y creo que con Santiago Motorizado he aprendido a nivel artístico que, simplemente contando de una manera bonita, clara y sencilla algo, te puede llenar más que un solo de 8 minutos. El Mató, en habla hispana, es uno de mis grupos favoritos. Musicalmente me gusta mucho la banda y la sencillez con la que cuenta las cosas. De todos he aprendido mucho.
Muchísimas gracias por tu tiempo, Pablo, y éxitos en tus próximas fechas.
Gracias a ti, y los espero.