Alma de Boquerón no busca fórmulas: las crea. Desde su tierra natal, Catalunya, esta banda se ha ganado un lugar especial en el panorama de la música mestiza, tejiendo un estilo único donde la rumba de autor se funde con tintes de funk, rock, copla y blues. Su último disco, Que nos quiten lo bailao, confirma lo que quienes los han visto en directo ya sabían: lo suyo no es una moda, es una forma de estar en el mundo.
Una década haciendo vibrar las calles y los escenarios
Desde hace más de diez años, Rosabel Gutiérrez y Jordi Nacenta, junto a los demás integrantes del grupo, han llevado su propuesta a festivales, plazas, salas emblemáticas y cualquier rincón que permita el encuentro con el público. Porque en el universo de Alma de Boquerón, la conexión es lo esencial.
Su reciente paso por la sala La Nau fue más que un concierto: fue una celebración colectiva. Un show donde el cuerpo baila porque el alma lo pide, gracias a un repertorio que mezcla el pulso de la calle con la elegancia de los arreglos bien cuidados.
Que nos quiten lo bailao: una declaración vital
El nuevo álbum, Que nos quiten lo bailao, no solo resume el espíritu libre de la banda, también marca un punto de madurez en su trayectoria. Este trabajo destaca por su producción limpia y emocional, con letras que abrazan lo cotidiano sin perder profundidad logrando una mezcla que respeta la energía natural de la banda y que se encuentra disponible en todas las plataformas habituales.
Las colaboraciones con artistas como Jere o El Niño de la Hipoteca enriquecen aún más su propuesta, aportando matices sin desdibujar la identidad del grupo. Y es en esa generosidad artística donde radica parte de su magnetismo.
Temas que laten, versos que respiran
Dentro del repertorio, Maduro Vintage ocupa un lugar especial. Convirtiéndose en un pequeño himno, esta canción representa esa mezcla de melancolía y humor que tan bien define al grupo en el que convive, de forma natural, una propuesta sonora sin fronteras estilísticas.
La versatilidad de Alma de Boquerón no es accidental. Es fruto de años de búsqueda, de conciertos pequeños y grandes, de viajes y encuentros. Esa libertad se nota especialmente en sus presentaciones en vivo, donde el llamado «ventilador», ese gesto rítmico tan característico de la rumba, se convierte en acto ritual.
El directo, su hábitat natural
Si hay un lugar donde Alma de Boquerón se vuelve imprescindible, es sobre el escenario. La energía con la que abordan cada actuación, la complicidad entre sus integrantes y la cercanía con el público, hacen de cada show una experiencia colectiva.
Con una gira que recorre distintos rincones de la geografía española, invitan a vivir su propuesta en carne viva. Todas las fechas y detalles están disponibles en su sitio oficial.