La tensión entre las dos superpotencias del mundo ha alcanzado un punto crítico, con acciones en lugar de solo palabras. China ha criticado la «utilización de la fuerza» tras el derribo de un globo civil no tripulado por parte de Estados Unidos. La acción fue llevada a cabo por las fuerzas armadas estadounidenses cuando el globo se encontraba fuera de las fronteras terrestres para evitar una caída incontrolada y potencialmente peligrosa para la población. Ahora, drones submarinos y buzos militares están trabajando para recuperar los restos en la costa atlántica de Carolina del Norte y del Sur.
Se iniciará una investigación inmediatamente para determinar si el objeto derribado era una aeronave de espionaje o simplemente un globo meteorológico utilizado para fines científicos. Según lo que ha defendido el ministerio de Exteriores chino a lo largo de la semana, el globo pudo haber ingresado al espacio aéreo de EE.UU. debido a las corrientes de aire y su limitada capacidad de maniobra.
El organismo emitió un comunicado enfatizando que la aeronave es de uso civil y entró en EE.UU. accidentalmente debido a fuerzas mayores. Sin embargo, las autoridades estadounidenses tienen una interpretación diferente, afirmando que el globo tenía la misión de vigilar emplazamientos estratégicos en su territorio, lo que fue calificado como una «violación inaceptable de nuestra soberanía» por el secretario de Defensa Lloyd Austin.
Conversaciones canceladas
Antony Blinken, el secretario de Estado, canceló una visita oficial a Pekín debido a los acontecimientos y se ha pronunciado sobre el tema. Él afirmó que están seguros de que el objeto es un globo de vigilancia china y que su presencia en el espacio aéreo de EE.UU. es una violación de su soberanía y la legislación internacional.
Blinken también mencionó en una llamada con el director Wang Yi que la decisión de China de realizar esta acción antes de su visita es perjudicial para las importantes conversaciones que tenían previstas.