El Regreso al Metalverso fue la excusa perfecta para que El Reno Renardo volviera a Madrid. La banda vizcaína tuvo una cita con un rotundo Sold Out en la Sala Mon .
La noche comenzó con puntualidad; las puertas se abrieron a las 19:00 horas. Aunque la música de espera (sorprendentemente reggaetón y algún éxito pop ) no era precisamente lo que esperábamos los fans de metal reunidos ahí (es una reseña honesta). A las 19:30, los teloneros tomaron el escenario y muchos asistentes nos sorprendió ver que había una banda para abrirles, ya que, al menos cuando compramos la entrada en junio, no estaban anunciados.
La banda llamada Engendro, brindó un buen show, aunque un pequeño detalle fue que no se presentaron, y al terminar, muchos no sabíamos quiénes eran. Engendro interpretó versiones de temas populares y no sabríamos decir si propias, tales como: «El punto G«, «La tiene corta», «Teresa Campos», entre otros para un show total de una hora. Al momento de esta reseña, su música no la he encontrado asertivamente solo en este video de YouTube y en su Facebook.
Un Viaje por el Metalverso que todos esperábamos
El Reno Renardo abrió su show con una puesta en escena visualmente impactante: dos lonas que referenciaban su nuevo disco y una pantalla que nos transportaba al «Metalverso«. Con trajes espaciales metálicos y gafas LED, los integrantes de la banda me recordaron a «Los Humanoides» y, tras un viaje metafórico por el metalverso (atravesando un «ano» para llegar a la Sala Mon), El Reno Renardo se hizo presente, sin necesidad de presentación. La noche arrancó con «Intro: Pienso luego sexito«, tema de su nuevo disco.
Para entonces, la sala ya estaba a su máxima capacidad. El concierto continuó con éxitos como «Cipote Ancho«, «IA en un planeta Subnormal», «Meriendacena Medieval«, «Esfinet«, «No hay huevos«, «Orcos de Mordor«, y varios más. Sin embargo, en cierto momento de la noche un pequeño grupo de asistentes, que visiblemente había bebido de más, comenzó a incomodar al público. Iván (batería) decidió detener el show para Jevo Jevardo (voz) solicitará que el equipo de seguridad mediara pacíficamente con el grupo conflictivo y los espectadores cercanos, yo incluida. Comprendo la emoción de ver a tu artista favorito, reunirte con colegas y pasar la noche, solo que no justifico beber de más y dañarle la noche a muchas otras personas.
Tras resolver el incidente, la banda continuó, y, a pesar del intenso calor en la sala (mencionado varias veces por Jevo Jevardo), la noche se acercó al final con un bis increíble. Un momento especial fue cuando un grupo de fans con camisetas del «Club del Bogavante» (en referencia a uno de los temas más populares de la banda) subió brevemente a la tarima. Un bogavante gigante hizo acto de presencia en el escenario, siendo llevado por el público como todo un rockstar, aunque terminó con una pequeña herida tras caer al fondo de la sala.
Una noche de metal de humor y crítica, lleno de compañerismo
El concierto fue excepcional, tanto en calidad de sonido como en escenografía. Uno de los aspectos que me hizo recordar la magia de la música fue ver a la banda completa: Jevo Jevardo, Ander, Iván y Miel disfrutar al máximo, y también a su stage (encargado del escenario), que, entre sonrisas y coreando, realizaba su trabajo. Además, El Reno (quien también encarnó al bogavante) se encargó de ajustar y mover una de las máquinas de CO₂ que, inesperadamente, dejó de funcionar en plena actuación.
Por un instante, recordé por qué la música es ese refugio donde conectas y descubres bandas increíbles como ésta, a la que llegué gracias a la pasión que mi esposo siente por ellos. Cerrar la presentación con su tema homónimo «El Reno Renardo» y «Crecí en los Ochenta» fue la cereza del pastel.