Mike Hodges, director de títulos como Asesino implacable y Flash Gordon, ha fallecido a los 90 años en su casa de Dorset (Reino Unido). Según Screendaily, la causa de su muerte aún se desconoce.
Nacido en Bristol en 1932, Hodges dio sus primeros pasos en el mundo televisivo, trabajando en reportajes y series. En 1971 debutó en pantalla grande con Asesino implacable, un thriller rompedor y polémico, ambientado en la Inglaterra más cutre y desoladora, con Michael Caine dándolo todo en su rol de gangster de gatillo fácil.
En El hombre terminal (1974), su tercer largo, Hodges adaptó una novela de Michael Crichton (futuro autor de Parque Jurásico). En 1978, trabajó sin acreditar en La maldición de Damien, poco memorable secuela de La profecía.
El segundo momento clave en la carrera de Mike Hodges llegaría en 1980 con el estreno de Flash Gordon. Producida por Dino De Laurentiis y arrastrando las secuelas de un rodaje muy problemático, esta adaptación de los cómics de Alex Raymond resultó no ser tanto una épica odisea espacial como un desparrame kitsch sin miedo a la autoparodia. El resultado: mala taquilla, críticas ambivalentes y, con el tiempo, su elevación a los altares del culto.
El resto de la filmografía de Mike Hodges en pantalla grande incluye thrillers (Réquiem por los que van a morir, 1987, con Mike Rourke y Bob Hoskins), cine de terror (Más allá del arco iris, 1989, con Rosanna Arquete) y dos últimas cintas que fueron bien acogidas por la crítica, ambas con Clive Owen como protagonista: Crupier (1998) y Fuera de control (2003).