La Premier League ha hecho público un comunicado en el que acusa al Manchester City por supuesto incumplimiento de sus normas de financiación en nueve temporadas consecutivas. Estas infracciones incluyen la no proporción de información exacta y verdadera acerca de los ingresos del club, la remuneración y contrato de los entrenadores y jugadores, y el incumplimiento de las reglas de Financial Fair Play de la UEFA. Estas acusaciones fueron desencadenadas por la exclusiva publicada en el semanario alemán Der Spiegel, a partir de los Football Leaks.
La comisión que llevará a cabo la investigación es independiente y está compuesta por tres expertos designados por la Presidencia del Panel Judicial de la Premier League. Si bien no hay un plazo específico para la conclusión de la investigación, algunos clubes reclaman una resolución pronta, antes de que termine la temporada. El Manchester City ha emitido un comunicado expresando su sorpresa ante esta acusación y dando la bienvenida a la decisión de que el asunto sea sometido a una comisión independiente. Si la investigación concluye en condena, podría constituir el mayor incumplimiento de las normas ejecutado por un club a lo largo de la historia de la competición inglesa, y la sanción podría ser desde la expulsión de la liga, hasta la suspensión o retirada de puntos.
Las sospechas en torno al Manchester City derivaron en la apertura de una investigación en diciembre de 2018 a partir de las Football Leaks presentadas por el hacker informático portugués Rui Pinto. Estas acusaciones incluían que el club había exagerado sus ingresos presuntamente derivados de patrocinios, cuando realmente gran parte del dinero obtenido procedía directamente del bolsillo de los propietarios de Abu Dhabi; que el salario de Mancini se había prácticamente duplicado a través de un contrato secreto con un club de la capital de los Emiratos Árabes Unidos; y que el City había quebrado varias de las normas referentes a la captación y contratación de jugadores jóvenes.
En 2020, el Tribunal de Arbitraje del Deporte revocó una sanción que alejaba al club dos años de la competición europea y lo sancionaba con 30 millones de euros. Esta decisión redujo la sanción a 10 millones de euros, y señaló que “parte de las infracciones, bien no habían sido demostradas, bien habían prescrito”. La Premier League, sin embargo, que emprendió su propia investigación, no tiene limitaciones temporales a la hora de investigar infracciones cometidas en el pasado.
Por su parte, el entrenador del club, Guardiola, respaldó en su momento a la directiva frente a la sanción de dos años impuesta por la UEFA, pero dejó claro que presentaría su dimisión si descubría que la directiva le hubiera mentido sobre sus finanzas.