Poderosos amigos de Hugh Hefner manejaban viviendas para las chicas que eran rechazadas en las audiencias para ser Playmates.
Las revelaciones sobre los escabrosos episodios de lo ocurrido en la mansión de Playboy manejada por Hugh Hefner siguen saliendo a la luz. Esta vez, fueron las mansiones subsidiarias de amigos de Hefner las que estuvieron en el foco de la tormenta.
Adolescentes de 16 años fueron traficadas, drogadas, golpeadas, preparadas para la prostitución y violadas en ‘mini mansiones’ que pertenecían a amigos de Hefner y frecuentadas por celebridades, un ex presidente y gobernador, publicó el martes el británico Daily Mail basado en fuentes internas.
Los testigos dijeron que las aspirantes que no superaban las audiciones para ingresar a la Mansión Playboy eran alojados en una red de casas de Beverly Hills donde las alimentaron con falsas promesas de contratos de modelaje y papeles en películas, mientras eran “comerciadas como ganado” entre hombres ricos y poderosos.
Jennifer Saginor es una de las jóvenes que creció en la glamorosa Mansión de Playboy entre los noventas y los dos mil. Como hija del doctor Mark Saginor, amigo cercano y médico personal de Hefner, ella afirmó conocer el lado secreto y oscuro de la empresa Playboy desde una edad temprana.
Saginor describió a celebración de fiestas libertinas en algunas de las ‘mini mansiones’ con mujeres jóvenes a las que se animaba a inyectarse drogas duras, o a las que se les administraban dosis de drogas sin su consentimiento para que después varios hombres tuvieran sexo con ellas.
Saginor, que ahora tiene 51 años, afirmó que esas mujeres fueron forzadas a prostituirse por los dueños de la mansión, quienes recibieron dinero en efectivo, favores e influencia de clientes, incluidas celebridades y políticos importantes.
Las mujeres a menudo eran chantajeadas por hombres que amenazaban con decirles a sus familias que se habían convertido en prostitutas, o con ponerlas en la lista negra de las carreras de modelos si no accedían a tener relaciones sexuales.
“Pasé la mayor parte de mi vida en la Mansión Playboy. Vacaciones, después de la escuela, fines de semana que se convirtieron en décadas”, dijo Saginor al Daily Mail. “Mi padre fue el amigo más cercano y constante de Hefner durante 40 años o más y su médico residente”, agregó.
Ella aseguró que los hombres del círculo íntimo de Hefner dirigían agencias de modelos falsas y albergaban a mujeres jóvenes que tenían la esperanza de hacerse ricas y famosas.
Estos hombres intentaban replicar lo que sucedía en la Mansión Playboy de Hef creando sus propias mini-mansiones. Aunque estos hombres estaban en el círculo íntimo de Hefner, él rara vez asistía a estas fiestas.
“Estos hombres eran muy ricos y estaban relacionados con la industria del entretenimiento, con la política y con los deportes. Organizaban fiestas masivas bajo la apariencia de agencias de modelos falsas”, relató Saginor.
“Las jóvenes que formaban parte de las mini mansiones no se dieron cuenta de que estaban siendo preparadas para convertirse en acompañantes de clase alta. Muchas se volvieron adictas a las drogas, amenazadas y chantajeadas”, agregó.
“Había violaciones de forma regular”, dijo. “He visto a una modelo ser inyectada por alguien en numerosas ocasiones, u hombres poniendo cócteles de píldoras en copas de champán y en jugos de naranja. Ellas quedaban inconscientes hasta el punto de no poder hablar”, añadió.
Saginor relató los detalles de esta presunta red de prostitución en unas memorias explosivas que escribió en 2005, pero los abogados de su editorial le quitaron más de 200 páginas del libro por temor a las represalias legales de Hefner, quien murió en 2017.
Las páginas eliminadas del manuscrito de su libro, finalmente publicado bajo el título de Playground: A Childhood Lost Inside the Playboy Mansion, detallan incidentes escalofriantes que incluyen a Saginor, de 16 años, tropezando con una niña “completamente desnuda” y con “golpes negros y azules” a quien se llevaron los hombres de seguridad, le dieron Valium y desapareció.
En otro capítulo inquietante, Saginor escribió cuando fue testigo de la sobredosis de una joven sueca residente en una mini mansión -que había sido rechazada de la Mansión de Playboy- llamada Paulina Svenson. Su sobredosis ocurrió en un baño después de tomar drogas de un hombre a cambio de sexo oral.
En las páginas eliminadas del libro, escribió que el dueño de la mansión hizo que sus guardias de seguridad envolvieran a Svenson en una manta y la dejaran en un dormitorio sin llamar a la policía ni a una ambulancia. Al escuchar en la puerta, Saginor escuchó a uno de los hombres adentro decir: “Es demasiado tarde. Esta muerta”.
Saginor también escribió en su libro sobre la relación romántica que tenía con una de las novias de Hefner, a quien identificó como Kendall. Cuando tenía solo 17 años, Hefner les ordenó a ella y a Kendal que fueran a su habitación en la Mansión Playboy y les pidió que tuvieran sexo frente a él. Tras la negativa de las jóvenes, les dijo que debían terminar su relación.
En otro capítulo eliminado, Saginor recuerda un episodio en el que dos hombres grababan a una mujer desnuda y llorando en una de las habitaciones de una fiesta en una de las mini mansiones.
“La niña estaba claramente drogada”, escribió Saginor. “Por favor”, suplicaba. “No quiero hacer esto…”.
“Vamos, cariño, ¿no quieres ser una Playmate?”, le respondía el hombre que tenía la cámara de video en la mano, mientras que el otro le arrancaba la camisa de las manos, dejando al descubierto su desnudez.
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