10 años después de su última visita, Los Cafres aterrizaron en Venezuela para reencontrarse con Caracas en un concierto en el que el público disfrutó de un show plagado de nostalgia, agradecimiento y buena vibra. No te muevas porque en esta reseña te contaremos cómo se vivió este evento.
El escenario escogido para la presentación en la capital venezolana fue la Concha Acústica de Bello Monte, lugar que se ha convertido en el sitio de encuentro idóneo para que los fanáticos caraqueños se encuentren con sus ídolos, y el caso de Los Cafres no iba a hacer la excepción.
Caracas se pintó de verde, amarillo y rojo
A mitad de la tarde abrieron las puertas del recinto para que el público más ansioso pudiera asegurar su puesto en un concierto que no solo presentaba a la mítica banda argentina, sino que sirvió de tarima para que las agrupaciones locales, Nova Nout y Caracas Feel De Flow, mostraran que el país también tiene buenos exponentes en el reggae music.
Con los últimos rayos del sol del día aún cayendo y con amenaza de lluvia, Nova Nout tomó la tarima de la Concha Acústica para hacer al público entrar en calor con buena dosis de reggae, funk y pop fusión. Si bien aún había poco público en el recinto, la agrupación aprovechó para presentar algunas canciones presentes en su álbum homónimo, lanzado en 2022, y montar algunos invitados a la tarima para hacer al público saltar, bailar y prepararse para el plato fuerte de esta velada llena de letras románticas, conexiones y ritmos afrocaribeños.
La capital venezolana sintió el flow
Una de las presentaciones más esperadas de la noche fue la de Caracas Feel De Flow, una superbanda compuesta por varios de los grandes exponentes de la música reggae, el dancehall, el ska y el hip hop, quienes pusieron a disfrutar al público con sus letras llenas de buena vibra, paz y la búsqueda de la justicia social.
Compuesta por Wil Dreina, Vita Roots, Onechot, Bostas Brain y Dr. Dub y artistas invitados a tarima, Caracas Feel De Flow fue una dosis de nostalgia para los asistentes, quienes tuvieron oportunidad de recordar algunas canciones de Papashanty SaundSystem, una banda icónica en cuanto al movimiento rastafari en Venezuela, la cual estaba integrada por varios de los músicos que hoy conforman esta nueva agrupación.
Con ustedes… Los Cafres
A las 8:58 pm se montaron Los Cafres. Comenzaron con un jamming en el que Claudio Illobre (teclados), Gonzalo Albornoz (bajo), Manuel Fernández Castaño (saxo), Willy Rangone (trompeta), Víctor Raffo (guitarra rítmica), Demian Marcelino (primera guitarra) e Iván Mustapich (batería) sacaron lo mejor de sus instrumentos para dar paso a la inconfundible voz de Guillermo Bonetto, quien con las primeras frases de “Muai”, hizo vitorear a todo el público asistente.
Esta visita de Los Cafres a Venezuela forma parte de la gira para celebrar los 30 años desde la publicación de “Frecuencia Cafre”, el primer álbum de la banda, lo cual también sirvió como excusa para darse un paseo por las canciones emblemáticas de esta mítica banda del reggae en español.
A “Muai” le siguieron “Prefiero”, “Acto Salvaje”, “El Silencio” y “Cómo Ver”, canciones de sus discos más recientes en las que Bonetto se mostró cercano a su público y preguntando qué había sido de sus vidas durante estos 10 años de ausencia de Los Cafres en el país.
Casi a la hora de concierto, Bonetto desapareció de la tarima mientras seguía cantando para reaparecer entre el público. Recorriendo la mitad de la Concha Acústica, mientras el público se apretujaba para sacar una selfie con su ídolo, la banda seguía tocando su homenaje a ese género que le ha dado tanto: el reggae music.
De vuelta a la tarima, llegó el plato fuerte de la noche. “Aire” y “Tus Ojos” fueron coreadas a todo pulmón por todos los asistentes al concierto, muchos recordando en qué punto de sus vidas estaban la primera vez que escucharon estos temas, los cuales ya datan de más de 20 años.
“Barrilete”, “Sigo Caminando” y “Momento” protagonizaron el momento más íntimo de la noche, con Bonetto sentado en el escenario cantando mientras el público lo acompañaba extasiado.
Al igual que en su show en la ciudad de Valencia el día anterior, la banda ofreció a sus fans dos horas de show en que solo existieron ellos, sus fans y la luna creciente caraqueña. Todos los problemas quedaron afuera.