A los 101 años, nos despedimos de María Fux, una figura destacada de la danza moderna y la creadora de la «danzaterapia».
María Fux, la icónica bailarina, coreógrafa y terapeuta, nos dejó a los 101 años. Reconocida internacionalmente, su obra revolucionó el mundo de la danza y marcó un camino único con su innovadora «danzaterapia». Su partida deja un vacío en la escena artística, pero su legado eterno seguirá inspirando a generaciones venideras.
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La cuenta de Instagram @estudiomariafux expresó su profundo pesar: «Lamentamos profundamente despedir a la maestra María Fux. Es muy reciente y estamos conmovidos. Ella, que dejó una huella imborrable en nuestras vidas y en la vida de tantas personas en la Argentina y el mundo. Ella nos enseñó que la danza es vida, y así la recordaremos siempre».
El homenaje con movimiento
El próximo domingo 6 de agosto, a las 11:30, se convoca a una emotiva despedida danzante en la pérgola del Rosedal, un espacio donde María Fux compartió su arte con el mundo. Será una ocasión para celebrar su vida y rendir tributo a su legado, donde la danza será la protagonista de este adiós.
María Ana Fux y su pasión por la danza
Desde su nacimiento en 1922, María Ana Fux mostró una pasión inquebrantable por la danza. A lo largo de su vida, enfrentó desafíos, triunfos y aprendizajes que la llevaron a formarse con grandes maestros, incluida la famosa Martha Graham en Nueva York. Su valiente regreso a Argentina y su posterior creación de la danzaterapia marcaron un antes y un después en el mundo de la danza terapéutica.
María Fux fue mucho más que una bailarina, fue una maestra y una guía para quienes buscaban en la danza una forma de expresión y sanación. Su legado trasciende el tiempo y deja una huella imborrable en aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerla y aprender de su sabiduría. Su método revolucionario de danzaterapia continúa transformando vidas y su legado perdurará para siempre.