Increíble lo que se vivió en la noche del pasado martes en la castiza Sala Copérnico en Madrid. La velada disponía de dos shows a pura potencia de la mano del talento de Lucho al Attaque (ex Attaque 77) y Massacre. Ambos combos argentinos hicieron temblar las columnas de la sala a base de puros hits, algo que se prometió en esta gira y se cumplió.
Lucho al Attaque: Acompañó a Massacre en esta gira tan especial
Abría el juego Lucho con su interesante propuesta, en la cual rememora las canciones que más le agradan de su etapa en Attaque 77. Como el propio Luciano Scaglione se encargó de recordar, la banda, una de las más emblemáticas del punk-rock de Latinoamérica, “se ha tomado un descanso indefinido”. Disparaba con himnos como “El cielo puede esperar”, “Western”, “San Fermín” o “El jorobadito”, entre otros.
La conexión con el público era total. Varios padres con sus hijos en las primeras filas disfrutaban del apoteósico directo y demostraban cómo habían aprendido la lección. Cantaban con alma, corazón y vida los clásicos de la banda albiceleste. Lucho demuestra que se encuentra en un estado de forma sublime y que su talento es imperecedero. Se lo percibía feliz sobre las tablas, y la gira europea que ha desarrollado de manera conjunta con Massacre por ciudades como Barcelona, Mallorca, Málaga o Madrid ha sido un éxito, entre otras cosas, porque ambas bandas ponen toda la carne en la parrilla para que disfruten los fans.
Rostros emocionados y con lágrimas se observaban en el respetable conforme avanzaba el show de Lucho e interpretaba canciones como “Beatle”, “Dame el fuego de tu amor”, “No me arrepiento de este amor”, “Éxodo Ska” o “Espadas y serpientes”, entre otras. Atronadora ovación cuando concluyó su directo.
Massacre le da un show inolvidable a Madrid
Llegaba el momento del concierto de Massacre, y lo que más sorprendía a aquellos que veían por primera vez al grupo era el lugar estelar que ocupaba el theremín en el escenario. El instrumento toma protagonismo cuando Wallas, el carismático frontman, lo tocaba, demostrando su virtuosismo. “Resurrección”, “Te leo al revés”, “Te arrepiento” o “Querida Eugenia” hacían vibrar al respetable. Una de las bandas de culto de Sudamérica demostraba sobre las tablas que su propuesta sigue más vigente que nunca.
El combo, con más de 35 años de trayectoria y al cual se lo ha bautizado dentro de los géneros skate-punk, post-punk, alternativo o surf-rock, entre otros, demuestra que su música está más allá de las denominaciones y, básicamente, son composiciones con letras muy bien trabajadas y custodiadas por unas melodías de muy alto voltaje. Massacre dispara con su himno “Plan B: Anhelo de satisfacción” y canciones cantadas a todo pulmón por los fans como “Ella va”, “La máquina del tiempo” o “Divorcio”, entre otras.
El grupo demuestra su solidez y talento sobre el escenario. El pogo, que se encuentra presente en la sala desde los primeros acordes del show de Lucho al Attaque, acompaña a los presentes que dan muestra del poderío de su voz. Nostálgica y rockera noche, donde se pudo ver ondear banderas de Uruguay, Perú, Colombia o Argentina. La ardiente velada demuestra que había muchas ganas de ver en la capital de la península a los Massacre.
Los fans se encontraban encantados de recibir las potentes descargas transformadas en canciones, y la banda les agradecía por el cariño y la entrega. Pero, lamentablemente, el tiempo no escapa a las agujas del reloj y había que ir concluyendo una noche inigualable que se encontraba en llamas. “Mi mami no lo hará”, “Tanto amor”, “La reina de Marte” y “Papel floreado” fueron las últimas balas del grupo.
Lucho al Attaque y Massacre pasaron por Madrid y dejaron una huella imborrable en las almas de los fans, que se retiraban extasiados y satisfechos por lo vivido. Esperamos que no tarden demasiado en regresar con sus poderosas propuestas y poder volver a tener una crónica de su show en Arepa Volátil.
