Las estrellas de Hollywood suelen parecer inalcanzables, pero muchos de ellos tienen un pasado más común de lo que imaginamos, y Michael B. Jordan no es la excepción. Antes de convertirse en el exitoso actor y director de Creed III, enfrentó burlas y acoso en su adolescencia, algo que volvió a salir a la luz de manera inesperada durante el preestreno de su película el 25 de febrero.
En la alfombra roja, Jordan se reencontró con Lore’l, presentadora del programa The Morning Hustle, quien solía burlarse de él cuando eran compañeros en la Chad Science Academy de Newark. «Sí, yo era el chico cursi, ¿verdad?», respondió Jordan con una mezcla de humor y elegancia cuando ella mencionó su historia compartida. Lore’l intentó quitarle importancia al tema, asegurando que sus palabras habían sido malinterpretadas: «Nos reíamos de tu nombre, pero nunca dije que fueras cursi».
When you make someone the butt of your jokes in High School then have to interview him on the red carpet of his film:
Michael B. Jordan sure ain’t forget Lore’l was one of the people who would make fun of him back in the day
🔗: https://t.co/RBmPUCOZOm pic.twitter.com/NXqa7AA3G4— Glock Topickz (@Glock_Topickz) February 25, 2023
A pesar del incómodo intercambio, el actor respondió profesionalmente a las preguntas de la periodista, desde su experiencia como director hasta rumores sobre una posible colaboración con Will Smith. Incluso cuando Lore’l cambió de tono al preguntarle a él y a Jonathan Majors quién era «más atractivo», Jordan mantuvo la compostura, demostrando que no iba a dejar que el pasado ensombreciera su momento.
Por su nombre y por su foto
Lo curioso es que este reencuentro no fue una sorpresa total. En su podcast Undressing Room, Lore’l ya había recordado cómo solía reírse de Jordan por llevar su headshot —la típica foto profesional que usan los aspirantes a actores— a la escuela. «Le decíamos: ‘¿Qué vas a hacer con esa estúpida foto?’ Y ahora míralo», comentó, reconociendo con cierto asombro el nivel de éxito que ha alcanzado.
Lejos de ser un simple chisme de alfombra roja, este episodio muestra cómo el pasado y las experiencias personales, incluso las más incómodas, pueden moldear el carácter de alguien. Michael B. Jordan no solo ha demostrado ser un actor de primer nivel, sino también una persona capaz de enfrentar con gracia momentos que podrían haber sido mucho más tensos. Una lección para quienes alguna vez subestimaron a alguien por soñar en grande.