La Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid, se encendió al recibir a NAPA, quienes ya resuenan en España, además de su tierra natal, la cristalina Madeira. La banda ha tenido un reciente aumento de popularidad, que se traduce en charts y oportunidades de expansión, incluyendo actuaciones en eventos internacionales como Eurovisión, donde representaron a Portugal con Deslocado, una escucha indispensable para entender el indie pop portugués contemporáneo. Pero ya llegaremos a ello. Antes que nada, es importante contextualizar el origen de los artistas, sus desafíos personales y el cóctel sensorial —si me permiten lo colorido de la metáfora— que les lleva a cantar sobre su identidad isleña y su experiencia de migración.

Sus orígenes en Madeira
Si meneamos los ingredientes del cóctel de NAPA, encontramos sabores expresivos que muestran una narrativa musical expansionista, pasando por el rock, el folk y matices de dance hall, con una paleta sonora muy abarcativa. El ensamble primario, aunque luego se le unan jazzistas o pianistas en vivo, se compone de bajo, guitarra y batería —Diogo Góis, Francisco Sousa, João Rodrigues—, además de voz, arreglo de vientos y mixer en ocasiones, a cargo de tres Joãos: João Rodrigues, João Guilherme y João Lourenço.

Más allá de la afinidad por su nombre compartido, formaron NAPA en 2013 y se mantuvieron juntos ante todo tipo de cambios, incluyendo la etapa donde tocaban bajo el nombre de Men On The Couch, cantando en inglés, hasta que encontraron en el portugués su voz auténtica. NAPA intenta ser la voz de cientos de jóvenes madeirenses que dejan su isla natal en pos de una mejor vida en el continente portugués, con toda la incertidumbre que ello conlleva.
Deslocado al ojo internacional
El tema Deslocado es el hit de NAPA por excelencia, convirtiendo sus experiencias personales como migrantes en un arreglo musical que resuena con un público no solo portugués, sino de todo el mundo. La banda aborda las inquietudes de quienes se sienten desplazados o que “no encajan” desde un ángulo íntimo y hasta celebratorio, en ocasiones.
Su LP más reciente, Logo Se Vê (2023), demuestra que el indie pop no siempre tiene que rebosar de sintetizadores, remixes planos y falsos bumpers de radio simulada: hay espacio para la balada, las voces tenues y la grabación en vivo. La visión musical de NAPA tiende a ser expansionista, sin alejarse del paradigma indie-pop o indie-rock. “Eclécticos” es una palabra que encaja perfectamente al analizar su música, sobre todo si consideramos sus influencias, como Red Hot Chili Peppers y The Beatles. Porque, ¿qué sería un fan de Red Hot, sino ecléctico?

El show de NAPA en Las Ventas, Madrid enloqueció
La participación de NAPA en Eurovisión fue una puerta de cambio que impactó tanto la frecuencia con la que publican música como su proyección internacional. Esa oportunidad les permitió crecer y presentarse en venues icónicos, como la Plaza de Toros de Las Ventas, en una actuación que combinó cercanía y espectáculo. El público vibró con cada acorde, bailó, coreó y se sumergió en un viaje musical íntimo y enérgico, donde las emociones se transmitieron desde el escenario hasta cada rincón del recinto.

El concierto en Las Ventas confirmó que NAPA no solo es una banda para escuchar, sino un cóctel muy sofisticado que mezcla indie pop portugués, melancolía migrante y el hambre juvenil con elegancia, carisma y una energía vibrante. Su capacidad para conectar con el público y transmitir historias de migración, identidad y pertenencia convierte cada presentación en un evento cultural memorable, consolidando su lugar como un referente dentro del panorama del pop europeo más digerible de la industria.












