Nothing Like Robots regresa con «dRAMA qUEEN», una pieza que convierte la tristeza en pura energía. Este himno sad boy explora la ansiedad del abandono, pero en lugar de quedarse en la melancolía, le da un giro inesperado con ritmos irresistibles, melodías cautivadoras y un toque de introspección que lo hace único.
Desde el inicio, «dRAMA qUEEN» capta la atención con sus letras honestas y una base rítmica que no da tregua. Los sintetizadores añaden una textura suave que equilibra la crudeza emocional del tema, mientras que el sonido se siente tan personal como una charla sincera con ese amigo que siempre está ahí. Las palabras de la canción conectan con quienes alguna vez han sentido el peso de la soledad, resonando con una claridad que no necesita adornos.
El coro, con su explosión pop y un solo de guitarra cargado de intensidad, rompe cualquier expectativa, llevando la canción más allá de los tópicos habituales. Nothing Like Robots demuestra que la tristeza también puede ser contagiosa de la mejor manera, logrando que un tema tan humano se convierta en un motivo para cantar y compartir en colectivo. Este es el tipo de música que transforma las sombras en movimiento.
