Por supuesto que te ibamos a preparar la reseña del concierto del año en Venezuela: The Hives en la Concha Acústica de Bello Monte, Caracas. ¿Estás list@?
Como reza el título de uno de sus grandes himnos, odio decir «te lo dije»: A pesar de los pregones de los eternos profetas del desastre («la banda no es muy conocida», «lo que se escucha en Venezuela es Reggaetón», «los precios de las entradas están muy caras» y «diciembre es un mes de muchos gastos»), la banda sueca The Hives llenó la Concha Acústica de Bello Monte, en la ciudad de Caracas. Ciertamente, hubo una promoción final de 2 entradas por el precio de 1, pero yo lo vi como una oportunidad y no como un regalo (ya, para eso, tienes tu carnet de la Patria).
La Diosa de la lluvia fue benévola y los nubarrones solo amenazaron, pero no pasó de eso; los que retrasaron el acceso fueron los «genios» que se dedicaron a asfaltar las inmediaciones a La Concha Acústica de Bello Monte, la cual abrió sus puertas a la hora pautada a pesar de ello y la gente se distribuyó a lo largo y ancho del coso baruteño a medida que ingresaba sin mayores novedades; de hecho, el ambiente era muy bueno y anunciaba lo que, en efecto, ocurrió: una gran noche en Caracas.
¡ESTÁ MADURO!
No, no me refiero al presidente venezolano… Hablo del grupo que «hizo los honores» de abrir el concierto: Tomates Fritos, quienes a diferencia del film dirigido por Jon Avnet, no están «verdes». Bastante han madurado desde aquel lejano 1996 en que decidieron dedicar su vida a la música.
Elegir a los de Puerto La Cruz para esa responsabilidad fue un acierto por parte de la productora: El público que pudo sortear el asfaltado de la periferia del recinto los recibió con cariño y corearon las canciones con un emocionado y agradecido Boston Rex. Nada que agregar: Sobresalientes los Tomates Fritos.
Randy Fitzsimmons regresó de la muerte
The Hives provienen de Suecia y, por supuesto, siempre «se hicieron los suecos» cada vez que les preguntaban sobre la misteriosa figura de Randy Fitzsimmons, el desconocido creador, fundador, compositor y mentor de la banda desde 1993, cuando en plena euforia grunge presuntamente les sugirió crear una banda de garage. Si bien se especuló que Randy Fitzsimmons no existe, The Hives regresó a los estudios tras un parón de casi 11 años para homenajearle con «The Death Of Randy Fitzsimmons», un álbum que trae de vuelta a la desenfadada banda de sus inicios, un renacimiento cual Ave Fénix que, tras «cruzar el charco» y girar por Sudamérica, posó en Caracas el 7 de diciembre de 2023 para obsequiarnos un set compacto de 13 grandes canciones (y 2 más en su segunda salida) que no dio tregua a ninguno de los presentes en la Concha Acústica de Bello Monte.
El 3er. Movimiento de la Sonata 2 de Chopin (la marcha fúnebre) nos anunciaba que estábamos en las exequias de Randy Fitzsimmons, pero inmediatamente eso pasó a ser un «entierro de malandros» suecos: «Bogus Operandi», «Main Offender», «Walk Idiot Walk», «Rigor Mortis Radio», «Good Samaritan», «Go Right Ahead», «Stick Up», «Hate To Say I Told You So», «Trapdoor Solution», «I’m Alive», «Smoke & Mirrors», «The Bomb» y «Countdown To Shitdown» se sucedieron de manera trepidante mientras la banda divertía con un performance enérgico. ¡Hasta los roadies con su vestimenta Ninja eran hilarantes! Uno en especial, que solo dejaba de tocar una pandereta cuando algún cable se enredaba y requería de sus buenos oficios.
¡The Hives llenó en Caracas!
«Venezuela, Venezuela, Venezuela», repetía sin parar Pelle Almqvist. También nos contó sentirse orgulloso de ser la primera banda de Rock Anglo en visitar Venezuela en 11 años, mientras su traje y el de los miembros de la banda brillaban por ser fotolumínicos. Acto seguido, hubo tiempo para más: «Come On» y «Tick Tick Boom» cerraban el mejor concierto en muchos años en la patria de Bolívar.
Si estás en Bogotá y dudas en ir a ver a The Hives en el Primavera Sound, hazlo sin temor. Odiaría decirte «te lo dije».