Renunciaron dos altos ejecutivos de Twitter encargados de mantener la plataforma libre y segura de contenido dañino.
Estas salidas ocurren en un momento crucial, ya que la red social se prepara para someterse a una prueba de resistencia organizada por la Unión Europea (UE) para evaluar su cumplimiento con la Ley de Servicios Digitales.
AJ Brown, el jefe de seguridad de marca y calidad publicitaria, ha decidido abandonar la empresa después de más de seis años de servicio. Su rol era asegurar que los anuncios no aparecieran junto a contenido inapropiado dentro de la plataforma.
Su renuncia se produce tan solo un día después de la partida de Ella Irwin, vicepresidenta de Confianza y Seguridad de Twitter. Irwin supervisaba las políticas relacionadas con el acoso, incitación al odio y contenido violento, políticas que han sido relajadas desde que Elon Musk asumió el control de la compañía en octubre pasado.
Fuentes internas revelaron que Irwin era una de las directoras más valoradas por Musk. Ella se convierte en el segundo jefe de Confianza y Seguridad en renunciar desde la llegada de Musk al cargo, tras la partida de Yoel Roth en noviembre del año pasado.
La UE someterá a prueba a Twitter
Además de las renuncias, Twitter enfrentará una prueba de resistencia por parte de la UE para evaluar su cumplimiento con la Ley de Servicios Digitales. Un equipo de entre 5 y 10 especialistas participará en este ejercicio, el cual se realizará durante una visita de los reguladores a San Francisco a finales de junio.
El comisionado europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ha aclarado que esta prueba es voluntaria y no conllevará sanciones ni consecuencias legales. Será una especie de simulacro para evaluar el cumplimiento futuro de la ley.
Twitter ha sido clasificada como una «plataforma en línea muy grande» de acuerdo con los requisitos de la Ley de Servicios Digitales. Esto implica que la empresa debe someterse a auditorías independientes para verificar su cumplimiento con la legislación.
En abril, Breton advirtió a Elon Musk sobre la necesidad de tomar medidas contra el contenido dañino en la plataforma. Desde la adquisición de Twitter por parte de Musk, ha habido un aumento en las publicaciones misóginas y antisemitas.
Además, la empresa revocó una política que protegía contra el acoso a personas trans a principios de abril.