Lucía y Joaquín Galán salieron al escenario del Movistar Arena y el lugar, literalmente, se vino abajo. No hubo necesidad de artificios secundarios: un buen show de luces, pantallas con visuales nostálgicas, una banda sólida y la energía reconocible de dos artistas que no necesitan presentación. La maquinaria emocional de Pimpinela estaba en marcha, y miles de personas lo sabían.
Noticias del amor: el tour que vuelve a hablar de lo de siempre (y lo de siempre aún duele)
El tour Noticias del Amor, que los trae de regreso a los escenarios del mundo, aterrizó en una ciudad que los siente suyos. El público madrileño —una mezcla de generaciones, parejas, amigas de toda la vida y gente sola que sabe bien de qué va esto— no tardó en rendirse ante la primera nota.
La apertura fue emotiva. Comienzan tejiendo sentimientos en los corazones con Vivir sin ti no puedo, una de esas baladas únicas. Lucía, posee una presencia hipnótica, se plantó frente al micrófono mientras Joaquín, con esa voz rasgada que siempre parece al borde de quebrarse, le respondía desde la otra punta del escenario. La coreografía emocional comenzaba: miradas, reproches, cercanías y distancias perfectamente medidas.
Esto no es amor y A esa llegaron sin pausa, como si los temas se hablaran entre sí, componiendo una historia que ya todos conocemos pero que, contada por ellos, siempre suena distinta. En cada estribillo, el Movistar Arena era un solo corazón cantando. Literalmente. La gente se abrazaba, lloraba y grababa con el móvil a la altura del pecho, como si lo que importara fuera guardarse la emoción, más que compartirla en redes.
Una banda sobria, visuales que cuentan, y una historia que sigue viva
La puesta fue directa y sin excesos. El protagonismo estaba donde debía: en las voces, en la interacción escénica y en los temas que marcaron a generaciones. Las visuales proyectaban imágenes de Pimpinela en distintas épocas, como un viaje emocional paralelo a lo que ocurría en escena. No se trataba de simple nostalgia, sino de una memoria compartida. Un recordatorio de que llevan más de 40 años haciendo esto con convicción y entrega plena.
También acompaña un cuerpo de baile, en ciertos pasajes del show al dúo argentino. Los protagonistas agradecen por el cariño constante, por las muestras de afecto y prosiguen cantando en una velada para el recuerdo.
Temas como Fuera de mi vida y Me hace falta una flor marcaron el setlist. El dramatismo justo, sin caer en parodia. Cada frase pronunciada era creíble porque ellos la creen. Y eso, en tiempos de ironía permanente, es casi revolucionario.
La platea no se limitó a observar: vivió el show con la intensidad de quien también tiene su historia de amor/desamor que contar. No hubo hit que no fuera coreado. El amor no se puede olvidar, La familia y Hay amores que matan retumbaron con fuerza, sin que el tempo decayera.
Cuando llegó Olvídame y pega la vuelta, la catarsis fue total. El público sabía cada inflexión, cada gesto, cada pausa dramática. Algunos se miraban con ironía, otros con complicidad. Y es que Pimpinela, sin pretenderlo, es también parte de un código generacional. Nadie lo dice en voz alta, pero todos lo entienden.
La recta final del concierto fue una sucesión de himnos. Cuánto te quiero, Una estúpida más y En lo bueno y en lo malo (Hermanos) fueron más que canciones: fueron abrazos a las heridas de siempre. Esos temas que te acompañan sin preguntar, que se cantan sin pensar.
El epílogo llegaba: tras una ovación que se extendió por varios minutos, los hermanos Galán se despidieron entre aplausos sostenidos, flores lanzadas desde el público y un mar de voces que no quería que la noche terminara.
Antes de concluir quiero agradecer a todo el staff de L.A. ROCK ENTERTAINMENT, en especial a Carolina Luis y Ángel Galán por su trabajo, profesionalidad y colaboración en todo momento.
Lucía y Joaquín Galán ofrecieron un show para enmarcar, rozando lo perfecto. Lo suyo es la entrega emocional. Y en eso, siguen siendo únicos. Madrid los recibió como lo que son: una memoria viva de nuestras emociones.
El universo Pimpinela triunfó en el Movistar Arena.
