InicioReseñasRata Blanca demolió La Rivera de Madrid

Rata Blanca demolió La Rivera de Madrid

Al asistir al concierto de Rata Blanca en La Riviera de Madrid, a las orillas del río Manzanares, observé una enorme fila de fans que aguardaban a que abrieran las puertas del recinto. Lucían camisetas de batallas anteriores de hasta tres décadas de antigüedad, cantaban canciones del grupo protagonista de la velada para amenizar la espera y exhibían sobre sus hombros banderas de países como Paraguay, Venezuela, Perú, Uruguay, México, Chile y Argentina, entre otras. También es para destacar camisetas de grupos como Leño, Barón Rojo, Obús, etc.

El público calienta motores

Ingresamos conforme habilitan el acceso a prensa y se podía observar cómo el gentío se disponía y alistaba para ser protagonista de la brutal descarga del combo argentino. Torres de amplificadores Marshall presidían el escenario, dos plataformas que albergaban la colosal batería y los teclados, y un taburete alto en un lateral y casi al borde del stage, son el resultado de nuestro primer análisis visual. Rata Blanca es un grupo que se encuentra en las cuatro décadas de trayectoria y en un estado de forma increíble. Oe, Oé Oé, Rata, Rata, cantaban los seguidores que llenaban la sala. También es para reseñar la amplitud de edades entre los presentes, y se podía observar hasta tres generaciones de la misma familia. Se respiraba un perfume de rock en el ambiente y se avecinaba velada histórica y grande en Madrid. Y vaya si lo fue.

Un comienzo demoledor el de Rata Blanca

Intro disparada, el público ruge solicitando ser llevado al éxtasis e ingresan los músicos. Walter Giardino, fundador y talentoso guitarrista, se sienta en el mencionado taburete alto debido a una lesión en su pierna. La eterna voz de la banda, el talentoso y de pulmones eternos, bautizado como Adrián Barilari, coge el micrófono y el asteroide de Heavy y Hard Rock que es Rata Blanca, coge una velocidad similar a la de la luz e impregnada de fuego, abre el juego con Hijos de la tempestad, Diario de una sombra y Solo para marte, haciendo que el primer golpe sea directo al mentón y al alma del respetable. Atronadora inauguración que enciende al público que disfrutará de casi dos horas de un directo sólido en el que el grupo repasará sus éxitos y canciones de su vasta discografía.

Rata Blanca Madrid La Riviera
Foto: Mauro Nicolás Gamboa

¡Buenas noches!, dice el frontman, Adrián Barilari, y acto seguido el amo de las seis cuerdas, el inmortal Walter Giardino, coge el micrófono y hace la primera reflexión de la velada: ¡Ala Madrid! Estoy un poco lesionado, pero este partido lo vamos a jugar igual, señalando su pierna y el taburete que sería su trono de dios de la guitarra durante toda la noche. Prosigue afirmando que hace mucho que queríamos estar aquí, obteniendo los aplausos del público.

Rata Blanca Madrid La Riviera
Foto: Mauro Nicolás Gamboa

La canción del guerrero arranca con un solo incendiario del titán de la guitarra, en Talismán los teclados cogen protagonismo, y para Rock es Rock!, todo elogio se queda pequeño. No quiero caer en repeticiones, pero verdaderamente, Míster Giardino tiene una relación de amor con la guitarra y hace partícipe de esa unión indisoluble a su público. Su Stratocaster dispara fuego y se observa cómo hipnotiza las largas melenas de los fans.

¡Conexión absoluta con el público!

La química que se genera durante todo el concierto es complicada de narrar, pero sí se puede describir como plena. Una comunión absoluta entre lo que sucede sobre el stage y lo que disfruta toda la platea. La voz del cantante muerde certeramente la yugular de todos los presentes que no cesan en acompañar con sus golas, con sus brazos y agradeciendo a los dioses del rock el poder disfrutar del grupo argentino en Madrid. La crudeza del grupo, junto con su entrega absoluta y unas trabajadas visuales, son alimento vital. Una vez más, el rock corrobora que hace latir corazones y pone a temblar los cimientos. Hasta las clásicas palmeras de la sala se las puede ver rockeando.

Rata Blanca Madrid La Riviera
Foto: Mauro Nicolás Gamboa

Walter Giardino agradece nuevamente al público por su entrega, se muestra emocionado por la presencia de sus hijas y esposa, y hace mención a clásicas bandas de rock en la lengua de Cervantes como Barón Rojo, Obús, Medina Azahara, Saratoga, entre otras, y reflexiona sobre el porqué a las radios les cuesta poner bandas de rock en castellano. Agradece al fisio y al médico que le ayudaron para que pudiera estar presente en el show y concluye afirmando que entre los fans y la banda no hay nadie. Rectifico, hay algo maravilloso entre nosotros y es la música.

Rata Blanca Madrid La Riviera
Foto: Mauro Nicolás Gamboa

La noche continuaba siendo de rock, puro rock. El grupo prosigue afiladísimo y piezas como El Círculo de fuego y Nada es fácil sin tu amor son el preludio ideal para himnos como Mujer Amante y Guerrero del Arco Iris. Explota La Riviera y la banda sale por unos momentos de escena. El tiempo justo para refrescar sus almas, que el respetable coja algo de aire porque no cesaba ni una milésima la atronadora descarga, y encarar la recta final con fuerzas.

Final titánico

Walter Giardino, junto a su técnica para tocar y acariciar las cuerdas, debería ser considerado patrimonio material e inmaterial de la humanidad y del rock. Las escalas que crea en su guitarra, cómo juega sobre el mástil del instrumento y cómo convierte lo imposible en real a través de sus creaciones, es digno de estudio. Este Doctor del Rock de las seis cuerdas confirma que es uno de los elegidos y se lo puede considerar como una leyenda viviente. Capitanea a Rata Blanca con soltura, envergadura y prolijidad. El tándem que forma junto al vocalista Adrián Barilari, quien demuestra un gran estado de forma en directo, es sublime, apoteósico y merece ser escrito en las páginas doradas del libro de la música.

Los bises son certeros disparos de munición gruesa: Rock and Roll Hotel, Aún estás en mis sueños y La Leyenda del Hada y el Mago, para completar la velada y concluir el viaje al éxtasis sin escalas de los fans, a base de riffs y poesía, por obra y talento de Rata Blanca. Una noche de la que se hablará largo y tendido y de la que auguramos, se repetirá próximamente en la capital española.

La banda argentina pasó por la metrópoli madrileña dejando una huella imborrable. No diga riff, diga Rata Blanca.

Comenta con tu Facebook!
300x600

Subidas Recientes

Compra tu hosting ya!
arepavolatilpng 2
Resumen de privacidad

Con su acuerdo, nosotros y nuestros socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales como su visita en este sitio web. Puede retirar su consentimiento en cualquier momento haciendo clic en "Configurar" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web.

Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos: Almacenar o acceder a información en un dispositivo, Anuncios y contenido personalizados, medición de anuncios y del contenido, información sobre el público y desarrollo de productos, Compartir tus análisis de navegación y grupos de interés con anunciantes y otros intermediarios del mercado publicitario, Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante las características de dispositivos