Esta Navidad está siendo de alta tensión para tres de los siete habitantes actuales de la Estación Espacial Internacional (ISS). Desde que se detectó una fuga en el sistema de refrigeración de la nave Soyuz en la que están programados para regresar a la Tierra los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin, y el astronauta de la NASA Frank Rubio, las diferentes agencias espaciales involucradas están evaluando todas las opciones disponibles para garantizar su regreso seguro a casa.
La agencia principalmente afectada, Roscosmos, está considerando el envío de una nueva Soyuz; sin embargo, esto no podría ocurrir hasta febrero como mínimo, lo que pone en una situación peligrosa a los tres astronautas en caso de que sea necesaria una evacuación de emergencia.
Mientras tanto, la NASA ha comunicado que ya está en conversaciones con SpaceX -la compañía espacial de Elon Musk que lleva a los astronautas a la ISS- para evaluar la posibilidad de rescatar a los tres astronautas atrapados con una de sus sondas Crew Dragon, que es la única opción disponible para viajar a la ISS aparte de las rusas Soyuz.
«Hemos hecho algunas consultas a SpaceX sobre su capacidad para enviar tripulantes adicionales en la Dragon en caso de que sea necesario, pero en este momento eso no es nuestro principal enfoque», dijo la portavoz de la NASA, Sandra Jones, en un comunicado emitido por Reuters. No está claro si se ha solicitado un informe sobre si la actual nave de SpaceX atracada en la ISS, llamada Endeavour, puede transportar a más de los cuatro tripulantes para los que está diseñada o si se enviaría una nueva nave Dragon a recoger a los astronautas que no tienen forma de regresar a la Tierra.
Por el momento, SpaceX también ha mantenido silencio al respecto.
Buscando al culpable de la fuga
Buscando al responsable de la fuga Todo sucedió el 14 de diciembre pasado. Mientras la NASA transmitía en vivo los preparativos para una nueva caminata espacial rutinaria, precisamente con los cosmonautas mencionados, Prokopyev y Petelin, en las imágenes se vio una ráfaga de partículas similares a copos de nieve saliendo de la parte trasera de la Soyuz atracada. En ese momento, los controladores desde Moscú abortaron la misión, aunque se aseguró que ningún astronauta a bordo de la ISS estaba en peligro.
Sin embargo, la fuga duró horas y vació el radiador de refrigerante utilizado para regular la temperatura del interior del compartimento de la tripulación de la cápsula. Se están investigando los hechos, pero la causa más probable parece ser un micrometeorito que habría chocado con la Soyuz mientras estaba acoplada a la estación.
Los cosmonautas Prokopyev y Petelin, junto con el astronauta de la NASA Frank Rubio, volaron a la ISS en septiembre pasado a bordo de la cápsula Soyuz MS-22 que ahora está dañada. Originalmente, debían regresar a casa en marzo en la misma nave espacial. Sin embargo, ahora esa vuelta está en peligro. Enviar de vuelta la Soyuz sin reparar y con tripulación a bordo parece poco probable, ya que el sistema de refrigeración comprometido es vital para evitar el sobrecalentamiento de la cápsula. Actualmente, se ventila a través de una escotilla abierta a la ISS.
La NASA ha explicado que las temperaturas de la cápsula se mantienen «dentro de límites aceptables» y que una prueba reciente de los propulsores de la cápsula se realizó sin problemas. Pero Sergei Krikalev, jefe de programas espaciales tripulados de Rusia, dijo en una rueda de prensa que la temperatura aumentaría rápidamente si se cerrara la mencionada escotilla, lo que pondría en peligro a los astronautas que la usaran de vuelta a casa.
Las opciones
La opción de enviar de vuelta la Soyuz dañada y sin reparar casi se ha descartado, por lo que Roscosmos está buscando más opciones. La más probable hasta el momento es enviar otra Soyuz vacía para recoger a los tres astronautas. Sin embargo, la agencia espacial rusa ya ha confirmado que el rescate se produciría en febrero, solo dos semanas antes de lo previsto.
Por otro lado, la Dragon atracada teóricamente está llena: Endeavour llevará a casa a principios de 2023 a los astronautas de la NASA Nicole Mann y Josh Cassada, el astronauta japonés Koichi Wakata y la cosmonauta de Roscosmos Anna Kikina. Además, normalmente SpaceX solo lanza miembros de la tripulación que han sido equipados con trajes espaciales hechos a medida por la compañía, por lo que no se sabe si los astronautas atrapados, que llevan trajes espaciales rusos tipo Sokol, cumplirían los requisitos para usar la nave.