La banda estadounidense Rosetta West presenta Dora Lee (Gravity), el primer adelanto de su próximo EP Gravity Sessions, una entrega poderosa que resume la esencia mística, eléctrica y visceral de su trayectoria. Grabado en el mítico Gravity Studios de Chicago, este nuevo trabajo revive el espíritu del directo con una fuerza que sacude desde los primeros acordes.
Una visión entre lo terrenal y lo fantasmal
El sencillo Dora Lee (Gravity) es una narración intensa que relata el recuerdo obsesivo de un encuentro efímero y ardiente con una figura femenina casi fantasmal. En palabras de la banda, se trata de “un hombre perseguido por una visita tan breve como imposible de olvidar”. Esta sensación de obsesión se traslada al videoclip, donde el protagonista —un comandante de tanque curtido en combate— lucha no solo contra el fuego enemigo, sino contra los espectros de su propia memoria.
Musicalmente, el tema encarna esa lucha con una estructura blues rock afilada, adornada con toques de psicodelia y una producción que mantiene la crudeza del directo. Es un sonido con identidad propia, sin concesiones al artificio ni fórmulas predecibles.
Blues, psicodelia y espíritu underground
Con una historia que se remonta a los años 90, Rosetta West ha construido una carrera sólida e independiente desde Illinois, desafiando las convenciones de la industria y explorando terrenos sonoros donde conviven el rock más visceral, la espiritualidad y el folclore global. Su propuesta, de raíz underground, ha crecido gracias a una comunidad leal que sigue cada uno de sus pasos, especialmente fuera de las grandes plataformas.
El EP Gravity Sessions se grabó en solo dos días, como un acto de fidelidad a la energía viva de sus shows. Y es justo esa urgencia lo que alimenta el corazón de Dora Lee (Gravity): una canción que captura el vértigo, el deseo y lo imposible.
Rosetta West invita así a sumergirse en un universo emocional donde la música se convierte en conjuro. Y si bien este lanzamiento abre la puerta a su nuevo capítulo discográfico, también reafirma la esencia de una banda que nunca ha dejado de sonar auténtica.