Stephen King, el renombrado autor estadounidense conocido por anticipar futuros oscuros y crear mundos de terror, respalda a los guionistas afectados por la creciente influencia de la inteligencia artificial en Hollywood. Sin embargo, en la literatura, King no ve esta tecnología como una amenaza.
En una reciente entrevista con la revista Rolling Stone, Stephen King expresó su solidaridad con los guionistas que se enfrentan a la creciente presencia de la inteligencia artificial en la narrativa cinematográfica. No obstante, en el mundo literario, el autor de «Carrie» no considera que la tecnología represente un riesgo.
Stephen King no cree que la inteligencia artificial pueda ocupar su puesto
King argumenta que las IA pueden imitar y copiar el estilo de escritores humanos, pero carecen de la chispa creativa y originalidad que caracteriza a un autor humano. En sus palabras, un guion generado por un algoritmo resulta monótono y carece de la profundidad emocional que aporta el toque humano. Según él, «Me resulta muy difícil creer que la IA, hasta que alcance una sensibilidad real (lo cual aún parece estar en el horizonte lejano), pueda crear algo auténtico».
El novelista comparte su experiencia al leer poemas generados por inteligencias artificiales que, aunque emulan el estilo de autores como William Blake, no pueden igualar la autenticidad de una obra humana. En su comparación, establece la diferencia entre un guion creado por una IA y uno escrito por un autor humano como la distinción entre una cerveza genérica y una marca reconocida: ambas pueden generar una sensación similar al ser consumidas, pero no son equivalentes.
La preocupación por la influencia de la inteligencia artificial en la creación artística es un tema candente en la industria del entretenimiento. Mientras persiste la huelga de guionistas en Hollywood en respuesta a los nuevos contratos que introducen tecnologías como la IA para reducir la participación de guionistas, las palabras de King resuenan como un llamado a preservar la creatividad y la originalidad que solo un ser humano puede aportar a la narrativa.