El multimillonario norteamericano Dennis Tito fue el pionero en convertirse en el primer turista espacial al desembolsar alrededor de 20 millones de dólares a la agencia espacial rusa para un viaje de seis días a la Estación Espacial Internacional (ISS) en abril de 2001. Otros seis viajeros siguieron sus pasos, incluso llegando a duplicar el precio de su asiento. Las iniciativas privadas de Jeff Bezos y Richard Branson para explorar el límite del espacio con sus propias naves también han demandado importantes desembolsos de los pasajeros, acordes con la fortuna de sus promotores.
Sin embargo, no es necesario gastar tanto para disfrutar de la experiencia de salir del planeta. Esta es la intención de Iwaya Giken, una startup japonesa que planea ofrecer vuelos comerciales en globos aerostáticos para todos. Los pasajeros viajarán en una cabina hermética, con forma de esfera, que subirá hasta 25 kilómetros de altitud, la segunda capa de la estratosfera. Aunque no alcanzarán el espacio, podrán admirarlo en todo su esplendor. El precio inicial para estos vuelos es de 180.000 dólares, aunque la empresa espera reducirlo a solo decenas de miles de dólares. El primer vuelo comercial está programado para este año desde la isla de Hokkaido en Japón.
según el CEO de la compañía, Keisuke Iwaya, los pasajeros no necesitan pasar por un entrenamiento intenso o tener las habilidades necesarias para volar en un cohete. «Es seguro, económico y amable con las personas», aseguró en la presentación del proyecto. Su intención, en sus propias palabras, es «democratizar el espacio».
