Después de tres décadas sin material inédito, la legendaria banda del hardcore underground venezolano 4to. Reich rompe el silencio con Better Days, un nuevo sencillo acompañado de videoclip que no solo marca un regreso, sino que reabre una conversación histórica sobre punk, migración, memoria y resistencia.
Compuesta por Kike Poleo, uno de los guitarristas del grupo, Better Days es la primera canción nueva que la banda graba en 30 años. Un hecho mayor dentro de la historia del punk y hardcore latinoamericano, y una señal clara de que 4to. Reich no vive de la nostalgia: sigue incomodando, señalando y avanzando.

En ocasión de este lanzamiento, conversé con Ángel Pineda (guitarra) y Juan Ignacio Morasso (voz), quienes reflexionan sobre legado, reencuentros, política, migración y el futuro de una banda que abrió camino cuando no existía camino alguno.
Origen, legado y renacimiento: cuatro décadas de influencia sin pedir permiso
Para Ángel, el solo hecho de que la banda siga siendo escuchada ya es un triunfo:
Que nos recuerden y escuchen ya es un logro; que seamos influencia es una ñapa.
Juan añade una lectura generacional clave:
Nos gusta que las nuevas generaciones sientan curiosidad por lo que se hizo en esos años. Hay bandas jóvenes que no solo escuchan, sino que investigan y preguntan.
Ese interés confirma algo evidente: 4to. Reich es una referencia viva, no una reliquia.
Hardcore sin plan maestro
Nunca hubo una estrategia estética ni ideológica premeditada.
Solo tocábamos como queríamos y como podíamos, explica Ángel.
Juan es más específico en las influencias:
Nos identificábamos con el hardcore de Los Ángeles y el punk británico, no con el post punk oscuro de moda en ese momento.
La consecuencia fue un sonido más rápido, más crudo y más agresivo que el promedio de la escena caraqueña de los 80.

Ser punk en Caracas (1983–1986)
En una Venezuela conservadora, existir ya era un acto político.
Salías con el pelo parado y eras un loco. El punk era una ofensa social, recuerda Ángel.
Juan ubica a 4to. Reich como precursor directo de bandas que luego cargarían el discurso político con más claridad, dejando claro que el ADN combativo ya estaba ahí.
Reencuentros, pandemia y evolución
La reunión de los 90 fue accidental, incompleta y distinta; un primer puente generacional.
El sonido era más grunge, más alternativo, explica Ángel.
No era un regreso épico, sino una fotografía de transición.
2020: hardcore y punk a distancia
La pandemia lo cambió todo: El encierro nos dio tiempo y enfoque, dice Ángel.
Juan detalla el proceso:
Grabamos desde casa, cada quien en su país de residencia, y Julio Alonso mezcló todo.
Tecnología, experiencia y urgencia se combinaron para reactivar una banda que nunca dejó de ser necesaria.
Regrabar el pasado para hablar del presente
Temas como Vómito Político o Iluso siguen siendo dolorosamente actuales.
Lamentablemente siguen vigentes 40 años después, reconoce Ángel. No hubo nostalgia ingenua, sino reinterpretación consciente.
Better Days: migración, memoria y esperanza incómoda
Una canción sobre irse sin querer irse.
Juan lo resume sin rodeos:
Es la historia de Kike y su migración a Canadá. La de millones de venezolanos forzados a dejar su país.
El inglés no es pose, es herramienta narrativa.
Una nueva forma de crear, a diferencia de sus EP (Me Vale Verga: Aquí Está Cuarto Reich, Vamos Ya, Le Cochon est Mort, Greetings from Karakistán), Better Days nace desde cero y en remoto.
Es un sentimiento actual, enfatiza Juan.
¿Esperanza o ironía punk?
No hay contradicción: Siempre hemos tenido un mensaje de progreso, afirma Juan.
La crudeza nunca excluyó la fe en el cambio.
Videoclip, IA y simbolismo
Las nuevas tecnologías permitieron romper la distancia física y reforzar el mensaje migratorio. El resultado es un video que acompaña, no adorna.
Historia, censura y escena internacional
La presencia de la banda en libros como Educación Anterior confirma el peso cultural e histórico de la banda.
Dejamos nuestro garabato en la historia, dice Ángel.
Juan destaca el cariño recibido, pese a haber sido una banda breve y profundamente underground.
¿Punk invisibilizado?
Ángel cree que apenas conocemos la punta del iceberg.
Juan apunta a la censura y la falta de estructura como enemigos históricos del punk venezolano.
Deskafest: volver a vivirlo
Tras 38 años sin tocar juntos, el Deskafest de 2023 en Florida fue una revelación:
Desde que aterrizó el avión quería seguir de gira, confiesa Ángel.
Aunque el rock ya no es hegemónico, la escena sigue viva, especialmente en ciudades como Dallas, donde conviven bandas nuevas y leyendas absolutas del género.
Un nombre que incomoda (y debe hacerlo)
Sin tocar una nota ya hacemos que la gente arrugue la cara, dice Ángel.
Juan recuerda un episodio de censura real en Miami, por la interpretación literal del nombre. El conflicto nunca fue evitado: fue asumido.
Rock y corrección política
Ambos coinciden: el silencio también es una postura.
Todos somos animales políticos, sentencia Ángel, para concluir: Respecto a lo que pasa en Venezuela, uno debe tomar una postura; nosotros lo hemos hecho.
Futuro, legado y continuidad
¿Capítulo final o nuevo comienzo? No hay despedidas programadas.
Queda 4to. Reich para rato, afirma Juan. Más música, más ruido, más verdad. Sin maquillaje.




