En una jornada musical nos prestaba un público muy variopinto para dejar ver dos épocas y generaciones que se identifican cada cual, con su preferido, pero con un común definido en rock.
Como siempre, el ingreso al Jardín Botánico es la carta de presentación de una producción que tiene claro que, durante los dos meses de festival, se debe mantener el mismo de nivel de organización, y así sigue siendo.
Justo a las 20:20 h suben a tarima los chicos de Conociendo Rusia, liderados por Mateo Sujatovich, guitarrista, nacido en Buenos Aires y apodado como El Ruso.
Otra oportunidad es el tema escogido para iniciar el viaje que nos lleva por paradas obligadas de pop, rock e indie; seguido de Puede ser, Te lo voy a decir y Loco en el desierto
El show de este proyecto de Mateo es muy sobrio y serio, y sumado a un sábado donde la pista del Botánico para ese instante solo rozaba una tercera parte de aforo, pues convirtió el momento en un “petit comité” logrando un ambiente íntimo y fascinante.
Conociendo Rusia en vivo – Un gran acierto en la representación del pop rock
Cicatriz es el tema elegido para continuar esta reunión de amigos, seguido de Cinco horas menos, Tu encanto y la llegada de un gran invitado para el tema Desastres, donde Mateo invita nada más y nada menos que a Jorge Drexler.
El público se está gozando de lo lindo el proyecto de Sujatovich, quien aprovecha para intercambiar anécdotas con los presentes y le responde a uno de ellos: Estoy laburando
Al final fueron 17 temas y algo menos de hora y media de show; no podemos dejar de mencionar temas como Se me hizo tarde, La luna, 30 años donde tocó junto a Ariel Rot y su padre Leo Sujatovich quien se apoderó de los teclados.
Otro gran momento del concierto fue traer a Nathy Peluso para interpretar Perfecto final y luego cerrar con un par de temas más a coros con el público.
Buen espectáculo de esta banda que se llevó merecidos aplausos.
Aires de Climas adversos en la antesala de Ariel Rot
Justo en el intermedio de los artistas, muchos de los presentes miraban constantemente al cielo para tratar de interpretar los vientos tan fuertes que hacían bailar la vegetación del Botánico, y le buscaban una explicación al olor de lluvia en pleno inicio del verano.
Son las 22:10 h, y sale a escena una de las instituciones del rock & roll en español. Llega Ariel Rot cual, elegido por el cónclave, todo vestido de blanco, y sin mucho protocolo: Buenas noches, Madrid y se deja escuchar Vals de los recuerdos, Hasta perder la cuenta y Colgado de la luna.
Las amenazas de la naturaleza no quieren dejar de ser protagonistas, se escuchan truenos y comienzan a saltar chispas leves de lluvia, pero Ariel no se inmuta y solo expresa: Pase lo que pase, vamos hasta donde podamos
Se escuchan los acordes de El mundo de ayer, seguidos suenan La última cena y Todavía es tarde; para ese momento, Ariel Rot mira al cielo que comienzan a decir presente en lluvia más fuerte; pero igual, él sigue y dice: Esto no es comparable con el show de los Rollings Stones en el 82
Bruma en la Castellana y Dos de corazones son los temas elegidos antes de que se tenga que parar el concierto luego de 40 minutos de iniciado.
El rock de Ariel Rot y las Noches del Botánico, pueden contra todo
Son demasiados años en la música los recorridos por este veterano de mil batallas, que conocemos desde Tequila y por supuesto Los Rodríguez; solo pasaron 10 minutos de diluvio universal y regresan al stage para darnos más dosis de buen rock & roll
Hago un inciso para volver a recordar la maravillosa organización y producción del evento que repartió chubasqueros a todos los presentes; ¡Tienen todo pensado!
Regresa el rock y suena No estoy borracho y Geishas en Madrid, donde siempre es un gusto ver y escuchar la ejecución de guitarra de Ariel.
Confesiones de un comedor de pizzas es el rock n’ roll en estado puro, que pone a saltar y bailar en el césped húmedo a todos los presentes.
Avanza la noche y Ariel Rot dice: Esta canción no puede faltar, Vicios caros, donde aprovecha el jamming para presentar a la banda que lo acompaña.
Dulce condena de Los Rodríguez hace que Madrid se olvide de la lluvia, y el Botánico en saltos y palmas acompaña a Ariel de manera incondicional.
El Botánico canta a todo pulmón, ¡increíble!
Se despide con Me estás atrapando otra vez, pero siempre hay oportunidad para el encore en la que aprovecha para agradecer haber podido compartir la jornada con Conociendo Rusia y como gesto lo invita para interpretar La milonga del marinero y el capitán y finalmente Hace calor
Fueron unos 90 minutos, donde pudimos disfrutar de este icono del rock español que siempre nos saca la sonrisa. ¡Larga vida para Ariel Rot!
