El Real Betis cayó derrotado 0-2 en el Benito Villamarín por una serie de errores infantiles que ofrecieron el triunfo en bandeja de plata al Cádiz, que da un gran paso en su lucha por la permanencia, mientras las opciones Champions de los verdiblancos sufren una seria reversión.
Canales (38’) y Ruibal (60‘) cayeron presa de su propia imprudencia y fueron expulsados con roja directa por Cuadra Fernández con todavía mucho por jugarse. Miranda (51’) entregó el penalti del 0-1, el equipo completo se desorganizó luego durante el 0-2 y Abner (68’) perdió una oportunidad increíble que podría haber servido para reducir distancias cuando el equipo ya jugaba con nueve.
El partido se vio influenciado por el intenso calor (más de 35º en el campo de juego), los gritos de «corrupción en la Federación« y la tarjeta roja directa que Cuadra Fernández mostró a Sergio Canales a los 38 minutos de juego, después de que el cántabro agarrara a Sobrino tras una pérdida de balón y el gaditano se dirigiera al área, en un trayecto que podría haber sido interceptado por Edgar.
Las complicaciones comenzaron para el Betis desde el inicio, pues a los 20´ Pezzella se retiró lesionado. Los de Pellegrini se enfrentaron a un Cádiz decidido, que presionó alto y se adelantó en el partido con una gran ocasión de Bongonda. Afortunadamente, Rui Silva despejó el peligroso remate a córner a los tres minutos.
El inicio del Betis en la segunda mitad fue desalentador y en solo diez minutos, cometió dos errores y la inaceptable expulsión de Ruibal por agredir a Fali con un golpe en la cara. Llegó el 0-1 tras un penalti claro por el toque de manos de Miranda y el 0-2, a raíz de un córner favorable que Bongonda y Chris Ramos aprovecharon para marcar a placer tras una contra sin ninguna resistencia.
El fallo garrafal de Abner puso punto final al encuentro, mientras que los aficionados locales empezaban a abandonar las gradas al tiempo que los visitantes celebraban la victoria con gran entusiasmo.