El concierto de Il Divo en Madrid, el pasado 18 de julio de 2025 en Noches del Botánico, reunió emoción, nostalgia y una celebración vocal inolvidable. Más de dos décadas de trayectoria resumidas en un show elegante y humano bajo el cielo del Real Jardín Botánico Alfonso XIII.
Las canciones más coreadas del concierto de Il Divo
El concierto comenzó con mucho ánimo. Aplausos y gritos marcaron los primeros segundos de bienvenida, aunque un pequeño fallo técnico con el vídeo de apertura hizo que el arranque fuera más discreto de lo esperado, ya que el audio no estaba correctamente balanceado. Afortunadamente, se resolvió con rapidez y dio paso a una entrada triunfal con Somewhere y Hoy tengo ganas de ti, desatando la primera gran ovación.

Las Noches del Botánico se caracterizan por ser una formación mixta: una pista sin asientos frente al escenario y gradas frontales. Este formato, inusual en conciertos de este estilo, permitió que fuese el primer concierto del tour con parte del público de pie, lo cual no pasó desapercibido para los artistas, que lo celebraron con entusiasmo. “Madrid es el mejor público del mundo”, dijeron entre sonrisas no solo por el público de pie, sino por el calor que les transmitieron.
Durante todo el concierto, Il Divo se mostró cercano, dinámico y en sintonía con los asistentes. Alternaron momentos en grupo con apariciones individuales, recorriendo el escenario y conectando con los distintos sectores del público. Hubo guiños cómplices, como cuando recogieron rosas lanzadas desde la pista, o bromas como la referencia a una futura colaboración con Isabel Pantoja (pronunciando mal su apellido a propósito, provocando carcajadas).

Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación de Despertar sin ti, su primera canción original, que empalmaron con Isabel y Quizás, ambas coreadas con suavidad por un público que, aunque algo recatado al cantar, se mantuvo entregado durante todo el concierto.
El punto álgido emocional llegó con Regresa a mí, el tema que lanzó a la fama al cuarteto hace 20 años, y con el falso final de All by myself. Luego, Adagio desató una respuesta más enérgica del público, demostrando que las emociones estaban ahí.

Detalles técnicos y ambiente en el Real Jardín Botánico
Aunque la escenografía fue elegante, las pantallas estuvieron algo desaprovechadas. Las imágenes proyectadas eran escasas y las pantallas laterales, sorprendentemente, no llegaron a encenderse, lo que dio la sensación de un posible fallo técnico más que de una decisión creativa. En un show tan vocalmente poderoso, este detalle técnico restó algo de espectacularidad visual a la experiencia.
Aun así, nada opacó lo hermoso de la noche. Bajo un cielo despejado, con algunas estrellas asomando, el entorno natural del Real Jardín Botánico de Alfonso XIII sirvió de marco ideal para un concierto perfectamente hilado, con la acústica justa para dejar que las voces fueran protagonistas.
Cerca del final, el espectáculo se detuvo momentáneamente cuando un asistente fue afectado por el calor. La seguridad actuó con rapidez y la situación se resolvió sin consecuencias, mostrando también el lado humano del evento.

El cierre llegó con No tengo nada y Time to say goodbye, un broche perfecto para una noche pensada para disfrutar despacio, para escuchar y para sentir. Il Divo ofreció en Madrid un concierto que no necesitó de grandes efectos para dejar huella.
¿Estuviste en el concierto de Il Divo en la capital española? Comparte en los comentarios cómo viviste esta noche de música y emociones.