David O’Leary no se anda con rodeos. Su nuevo sencillo, «American Carnage«, es un golpe directo al estómago de la realidad actual. Con una letra afilada y una producción que no deja espacio para la indiferencia, el músico irlandés radicado en EE.UU. pone sobre la mesa el caos político, la desinformación y la sensación de que la verdad es cada vez más relativa.
«La verdad es mentira y la mentira es verdad«, canta O’Leary, reflejando el clima de confusión que domina las conversaciones públicas. Otro verso no menos provocador resume el choque de perspectivas que ha dividido al país: «Recuerda el uno-seis, el nueve-once también / Para mí fue real, pero para ti no lo fue.«
O’Leary describe el tema como un intento de procesar la frustración sin caer en la resignación. “Es una canción sobre tratar de entender un mundo donde la verdad se distorsiona y la confianza se desmorona. En lugar de ignorar estas fracturas, tenemos que mirarlas de frente.”
La producción acompaña el mensaje con la misma intensidad. Un sonido crudo, una base rítmica firme y un estribillo que se clava en la cabeza logran que «American Carnage» no pase desapercibida.
David O’Leary: de Dublín a la distorsión
Nacido en Dublín, O’Leary creció en una casa donde la música siempre estuvo presente. Su infancia estuvo marcada por géneros tan diversos como el clásico, el jazz y el pop, pero todo cambió cuando descubrió a Jimi Hendrix. A los 10 años ya tenía su primera guitarra, y a los 15 estaba grabando y tocando con bandas.
Después de la secundaria, se mudó a Boston para estudiar Composición Musical, Teoría y Producción de Audio. Con el tiempo, su carrera tomó un giro inesperado: dejó los escenarios por la industria del software y trabajó en empresas de audio como iZotope y Auto-Tune.
Años después, un regreso inesperado a un pub en Irlanda lo llevó de vuelta a su primer amor: la música. Ese momento lo impulsó a lanzar «Wish I Could Go Back», un tema cargado de influencias del rock de los 70 y que marcó su regreso tras 20 años de pausa.
Ahora, con «American Carnage«, O’Leary demuestra que tiene mucho más que decir y que no le teme a las conversaciones incómodas.