La música del oriente venezolano hoy amaneció más silenciosa. Este 13 de diciembre de 2025, falleció Elías Mauricio Habanero, conocido por todos como Mptr3s, tras sufrir un accidente cerebrovascular. La noticia corrió rápido, como suelen hacerlo las pérdidas que duelen de verdad, dejando un vacío profundo en Puerto La Cruz, Lechería, Barcelona y en cada rincón donde su música alguna vez sonó.
Se siente raro, además, escribir desde la distancia. Más aún cuando se trata de un obituario para alguien tan cercano desde la música, desde la escena, desde esos espacios compartidos que no siempre eran cotidianos, pero sí profundamente significativos. La lejanía vuelve todo más pesado, más silencioso.

Como pasa con muchos personajes esenciales de una escena, Mptr3s no era alguien que pasara desapercibido, nos conocimos gracias a la música. Era intenso, directo, auténtico. Los encuentros con él podían ir de la risa absoluta a soltarle un “maric*, qué intensidad”, todo en el mismo minuto, sin filtros y sin máscaras. No éramos inseparables ni hablábamos todo el tiempo, pero cada vez que regresaba a PLC, encontrármelo era casi parte de la rutina de la visita. Verlo en el Tiburón Club era lo más normal del mundo: ese lugar era su casa. Lo mismo el Duende Bar, otro espacio donde su presencia era constante, tocara la banda que tocara.
Mptr3s era un musicazo, sin discusión. Multiinstrumentista, roadie, productor, DJ, baterista, guitarrista, bajista. Siempre dispuesto, siempre activo, siempre metido en algo. No desde el ego, sino desde la lucha. Porque si algo definía a Elías Mptr3s, además del humor y la intensidad, era su capacidad de insistir, de empujar, de no rendirse. Podía quejarse, claro, como cualquiera que ama lo que hace y ve las dificultades de cerca. Pero seguía. Siempre seguía.
Su aporte a la historia del rock nacional en Puerto La Cruz es único. Las bandas que compartieron escenario, ensayo o tuvieron conversación con él saben que Mptr3s era distinto, profundamente humano. Tenía esa mezcla rara de carácter fuerte y corazón abierto. No era perfecto, pero era real. Y eso, en cualquier escena musical, vale oro.

Elías Mauricio Habanero – Foto Facebook Mptr3s
Teníamos muchos años sin hablar. La vida, la migración, los silencios largos que se acumulan sin darse cuenta. Aun así, Elías Mptr3s es de esas personas que una ciudad te regala y que se quedan para siempre en la memoria colectiva. Lo más duro de emigrar es justamente eso: no poder estar cuando más duele, no poder acompañar en los momentos difíciles, ni despedirse como uno quisiera.
El luto no es solo de Puerto La Cruz, es un luto compartido por todos los que lo conocimos, los que reímos con él, los que tocaron música a su lado, los que lo vimos defender la escena una y otra vez. Su ausencia se va sentir más allá.
Suena a cliché, sí, pero la vida cambia en un segundo. Y en medio de todo, la música queda. Acompaña, conecta, sostiene. Mptr3s se queda ahí, en cada recuerdo, en cada tarima que pisó, en cada canción que ayudó a construir o que tocó casi de oído. La distancia no borra eso. La música tampoco deja que se apague.
Buen viaje, LORD, gracias por tanto.




