La escena musical de Madrid suma un nuevo hito con la llegada de Pulse of Gaia, el innovador festival impulsado por Zamna Group, que une cultura contemporánea y compromiso medioambiental en un formato inmersivo. El evento tendrá lugar el próximo 20 de septiembre en la Universidad Autónoma de Madrid, con Gorillaz como protagonista indiscutible y una colaboración activa junto a la ONG Re:wild.
Este debut europeo de Pulse of Gaia promete ser mucho más que un concierto: se plantea como una experiencia transformadora, donde la música se convierte en lenguaje de acción ecológica. El entorno natural de la universidad funcionará como escenario para una programación que combinará arte visual, intervenciones ambientales y sonidos globales con raíces underground.
Gorillaz, 25 años de vanguardia sonora
La participación de Gorillaz tiene un valor simbólico: celebrarán su 25º aniversario con un único concierto fuera del Reino Unido en todo 2025. El grupo liderado por Damon Albarn y el artista Jamie Hewlett hará un recorrido por su discografía, acompañado por visuales creados para la ocasión e interpretaciones en vivo junto a toda la formación.
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Desde su irrupción en 2001 con el álbum Gorillaz, el cuarteto virtual integrado por 2D, Murdoc Niccals, Russel Hobbs y Noodle ha redefinido el concepto de banda con ocho discos de estudio, colaboraciones de alto calibre y una estética que fusiona animación, crítica social y exploración sonora.
Además del componente musical, Pulse of Gaia se destaca por su alianza con Re:wild, organización global que trabaja por la conservación de ecosistemas en riesgo. Por cada entrada vendida, se destinarán 2 euros al desarrollo de acciones de protección ambiental, complementadas por charlas y talleres dentro del festival. «Todos los seres vivos desempeñan un papel importante en sus respectivos ecosistemas, incluidos los seres humanos«, ha señalado Wes Sechrest, director general de Re:wild.
Pulse of Gaia plantea una nueva forma de entender los festivales: no como burbujas aisladas, sino como espacios conectados al mundo que habitamos. Una cita que une el pulso sonoro de la ciudad con el latido de la tierra.