En diciembre del año pasado, Activision Blizzard fue víctima de una brecha de seguridad que ha revelado algunos planes relacionados con el futuro de la franquicia «Call of Duty» y, aún más preocupante, información confidencial de sus empleados.
La compañía no había informado previamente sobre este ciberataque. Insider Gaming ha confirmado la autenticidad de los documentos filtrados.
.@Activision was breached December 4th, 2022. The Threat Actors successfully phished a privileged user on the network. They exfiltrated sensitive work place documents as well as scheduled to be released content dating to November 17th, 2023.
Activision did not tell anyone. pic.twitter.com/urD64iIlC5
— vx-underground (@vxunderground) February 20, 2023
Entre los datos filtrados se encuentra una lista de contenido descargable para Modern Warfare 2 y las fechas de las temporadas de Call of Duty, aunque cabe destacar que se trata de información desactualizada. Sin embargo, lo más relevante de la filtración es la mención del próximo juego de la saga, con el nombre clave Jupiter, así como del Call of Duty previsto para el año 2024, que responde al nombre clave Cerberus.
¿Cuál es el problema principal de este hackeo?
El grave problema de este ciberataque es que los datos obtenidos incluyen información confidencial de los empleados, como sus nombres completos, correos electrónicos, teléfonos, salarios, lugar de trabajo y direcciones, entre otros.
Según informa Insider Gaming, el hacker habría accedido a la computadora de un empleado del departamento de Recursos Humanos, lo que explica que los datos relacionados con los juegos sean bastante limitados -no hay capturas ni otro tipo de contenido- y se centren únicamente en los plazos para las diferentes fases de pruebas, aunque sí se han visto afectados los registros de los trabajadores.
Por el momento, no se ha informado de que se haya filtrado información de los jugadores.