No tengo idea de cómo empezar esto, por tantas cosas que ocurrieron, tantas expectativas, tantas ganas, TANTO SOL Y TANTA SED. No se me ocurre por dónde empezar…
Con sol inclemente, gente coreando en la fila de entrada, confusión con los accesos, y vendedores ambulantes de líquidos resolviéndonos el problema de la sed, nos llegó la noticia de que el show empezaba con retraso (como cosa rara en los últimos conciertos) y con dos bandas (nacionales) menos en el cartel, bajadas de repente cuando ya estaban en tarima acomodando su backline, lo que causó dudas en el público.
Entre encontrar el asiento y buscar algo de sombra, se fue el tiempo de Vended, la banda de Griffin Taylor y de Simon Crahan (hijos de Corey Taylor y Shawn Crahan de Slipknot). Sólo pude escuchar «Overall» y «Asylum», que son muy buenos temas.
Por fin, algo de sombra y un tanto de brisa. De haber sabido que haría tanto calor, me llevaba a mi ex para que me diera abrazos; así habría sentido algo de frío.
Entre conversaciones y cervezas calientes sin alcohol, salió el lema «YA VIENE SEPULTURA» y la emoción comenzó a sentirse.
Los de Brasil, entre los gritos de la afición, empezaron con «Isolation» (del álbum «Quadra»), «Dead Embryonic Cells» (de «Arise»), «Propaganda» y «Refuse/Resist» (de «Chaos A.D.»), y «Kairos». No podían faltar «Cut-Throat», «Ratamahatta» y el sencillo más exitoso de la banda: «Roots Bloody Roots».
Los Trivium son MUY BUENOS. Fue una lástima no haber podido estar de ese lado del festival para verlos más de cerca, pero lo poco que vi y lo mucho que escuché de ellos me hacen apostarle a esa banda. Canciones como «The Heart From Your Hate», «In Waves», «A Gunshot To The Head Of Trepidation», y «Strife» son las más recomendadas. No quiere decir que el resto de las canciones que tocaron, como «The Sins And The Sentence», «Down From The Sky» o «In The Court Of The Dragon», sean malas, sino que, si quieres escuchar una canción de Trivium para conocerlos, empieza por mis sugerencias.
Bring Me The Horizon: ¿qué decir de estos manes? ¡QUE LA ROMPIERON! Oliver Sykes demostró que es un gran cantante que domina a la perfección su voz gutural, empezando con «Can you Feel My Heart» y siguiendo con «Happy Song», «Mantra», «Parasite Eve» (buenas visuales interactivas), «Drown», «Obey» y «Throne» para finalizar. No puedo dejar de lado las jugadas de Oliver con el público, bajándose de la tarima y saludando a los fans, sin dejar de cantar en medio de fotos, abrazos, besos y desmayos.
Mr Bungle: es ese grupo que tiene un no sé qué que te atrapa, con sonidos experimentales, subidas y bajadas en la velocidad de la música, todo un conjunto de ingredientes que hace buenas canciones como «Anarchy Up Your Anus», «Bungle Grind», y «Hypocrites». Me quedaron debiendo «Pink Cigarrette». Hicieron versiones de «Won´t You Be My Neighbor» de Fred Rogers, «Hell Awaits» de Slayer, «Summer Breeze» de Seals & Crofts, «Speak English Or Die» de Stormtroopers of Death, «World Up My Ass’ de Circle Jerks, «Gracias a la vida» de Violeta Parra (canción aplaudida y coreada por el público), y la bomba que nadie esperaba: se despidieron con «Territory» de Sepultura, para lo cual invitaron a Andreas Kisser y Derrick Green, guitarrista y vocalista de esa banda. Así cerraron una muy buena presentación.
EL REGRESO DE PANTERA fue para mí algo emotivo. Es la banda que escuché muchas veces en casettes prestados. Saber las tragedias que vivieron y ver a Anselmo unos años después gritando como si el tiempo no hubiese pasado, es realmente emocionante. Esperaba ver a Rex Brown junto a él, Charlie Benante y Zakk Wylde, pero lamentablemente el bajista tuvo que ausentarse por problemas de salud. Fue reemplazado por Derek Engemann y Bobby Landgraf (este último sólo para «Cowboys From Hell»).
Las cinemáticas en pantalla nos mostraban imágenes sentimentales y grabaciones visuales de Dimebag Darrell y Vinnie Paul, los cuales no fueron, no son y jamas serán olvidados por parte de su fanaticada.
Algunos llegaron a cuestionar/comparar la actuación de Zakk con la del fallecido Dimebag. Brothers, NO CAIGAN EN ESO. Más bien aplausos para él, ya que siento que intentó entregarle a la fanaticada todo lo que pudo. Lejos de irrespetar la música de Dimebag, le plasmó unas pizcas de su manera de tocar, lo cual aplaudo.
Ver corear a muchos en «I’m Broken» de verdad que emociona a cualquiera. Anselmo aún transmite energía desde la tarima, y en «Walk» no dudó en entregarlo todo. Interactuó muy bien con el público y no lo defraudó. «REESPEEEECT WAAAALK» se escuchaba en TODO el lugar. Allí no importó sol, sed, hambre ni cansancio; importó decirle a Pantera «LOS EXTRAÑAMOS», y en «Cowboys From Hell» recibieron ese sentimiento del público con sus moshpit, brincos, gritos y empujones.
Judas Priest: El más puro, rudo y crudo heavy metal de la mano del «metal god» Rob Halford llegó a la tarima del Circus Stage. Nos dieron un show de varios éxitos como «You’ve Got Another Thing Comin'», «Electric Eye», «Painkiller», «Firepower», «Jawbreaker’, y la legendaria «Breaking The Law», con Halford conduciendo una motocicleta en plena tarima y yo pensando «Se nos va a ir el viejito, con este sol y él vestido de cuero». Y creo que me escuchó porque sentí algo distante al abuelito del público. Pero, bueno, viejo que no tenga mañas, no es viejo.
Slipknot: el plato fuerte para algunos, el sueño de otros, y la hora llegó. Los de Iowa le dijeron hola al público con el riff de «Disasterpiece», y ese respectivo «Noises, noises, people make noises» que la gente gritó hizo que Corey Taylor preguntara a cada rato «¿Están bien?» La gente le respondió con mas gritos en canciones como «Wait And Bleed», «All Out Life», «Sulfur», «Before I Forget», «The Dying Song», «Dead Memories», «Unsainted», «The Heretic Anthem», «Psychosocial», «Duality», «Custer», «Spit It Out», «People = Shit», y «Surfacing» como final. Entre tema y tema, Corey trataba de hablarnos como si fuese ese pana que tienes años que no ves y que te abraza a cada rato cuando estas tomando con él. «Ustedes y yo somos familia; ya no son mis amigos, son mi familia». Pensé en llamarlo Corey «Toretto» Taylor por eso de que «somos familia». Tan lindo tú, Corey. Ni en mi casa me preguntan tantas veces cómo estoy como lo hiciste tú en una noche. Te queremos, #8, pero me quedaste debiendo «The Devil In I».
Ahora, algo que no se puede olvidar: la organización del evento dejó mucho que desear. En pleno verano con altas temperaturas, debieron cumplir lo que prometieron: sitios de hidratación en TODO el recinto, cosa que no se cumplió a cabalidad. El que una ambulancia tuviera que ingresar dos veces a la cancha principal a rescatar personas, fue por algo, ¿no?
Además, tontos protocolos de ingreso que se cumplían a medias; prohibiciones tercermundistas; MUY MAL SONIDO para las tribunas (siendo unas de las entradas más costosas, sin privilegio o preferencia); mucha gente pasándose de las tribunas a la cancha general, por razones obvias; sonido saturado con mucho eco; mucha gente. El Knotfest en Europa o EEUU no se realiza así como se hizo acá. Tarimas poco adornadas, no como en los Knotfest que vemos en Youtube, con su temática circense, sino decoradas con la tela negra que tiene un joven gótico como cortina.
Haber dejado de lado a dos bandas nacionales como Rama y Weichafe, es una falta de respeto tanto para el artista como para el público. Engañar a la gente con carteles para después bajar a las bandas, no es muy reconfortante.
Problemas para comprar agua; casi $2 por un vaso de agua CALIENTE. Peor aún, SE ACABÓ en plena tarde, con 37 grados de temperatura. No permitían ingresar agua de afuera, y si tenías envases, te quitaban la tapa.
El famoso punto de hidratación eran dos panas con unos bidones de 20 litros echando agua en los vasos o envases que tuvieras. Y ya con eso es todo.
Muchas bandas.
Mucho rock.
Muchos sueños cumplidos.
Muchos gritos.
Muchos desastres en la organización.
Señoras productoras de rock, muchas aún tienen el chip en la cabeza de que ESTO ES SURAMÉRICA Y LA GENTE LO QUE QUIERE ES TRIPEAR PORQUE ASI ES EL ROCK, y no, no es así. No se les pide que tengan un área de masajes para la gente cansada del concierto, no; pero sí al menos un puto cubo de hielo en un vaso de agua.
Y para ustedes, publico chileno: ¡SIGUEN ROCKEANDO DURO!
Me despido, no sin antes relatar un episodio donde me faltó calle: Después de asimilar cierta decepción con el sonido en el sector donde estaba, al salir del estadio, vi de lado a lado venta de mercancía de las bandas o del festival en sí (obviamente no oficial, pero sí buenos recuerdos que no sueles encontrar en la tienda de mercancía oficial que está dentro del recinto).
Caminando con mi gente, llegué a un stand donde vendían gorras (llamadas jockeys en Chile). Me llamó la atención una que tenía un buen diseño; estaba realmente bonita. Tenía el diseño de una cabra, lo que obviamente asocias a Slipknot; cualquiera lo habría hecho. La elegí sin pensarlo y la llevé puesta en todo el camino a casa. Al otro día, mi yo curioso (que no pudo aparecer antes o durante la compra, porque le gusta aparecer después, al otro día) le tomó una foto a la gorra y la buscó en Google Lens para ver si era un diseño de Slipknot o del Knotfest y, bueno….
¡LA GORRA ES DE DADDY YANKEE!
SÉ QUE ESTAS ALLÍ, VENDEDOR, Y TE VOY A ENCONTRAR.