La escena del rock mundial despide a Sam Rivers, histórico bajista y miembro fundador de Limp Bizkit, quien falleció recientemente a los 48 años. La noticia fue confirmada por la propia banda a través de sus redes sociales oficiales, donde Fred Durst, Wes Borland, John Otto y DJ Letha le dedicaron un mensaje cargado de emoción y gratitud.
“Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro latido”, expresó el grupo desde su cuenta oficial, en un comunicado que rápidamente se volvió viral entre los seguidores del nu metal. El texto también destacó su papel fundamental dentro del sonido que definió a Limp Bizkit desde sus inicios en Jacksonville, Florida.
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Rivers fue una pieza clave en la formación del grupo en 1994, siendo responsable de ese bajo poderoso que impulsó clásicos como Nookie, Rollin’ y My Way. Su estilo —mezcla del groove del funk con la agresividad del metal y la cadencia del rap— fue decisivo para moldear el ADN del nu metal a finales de los noventa.
En el comunicado, la banda lo describió como “pura magia, el alma en el sonido”, y prometió mantener vivo su legado en cada escenario. Aunque no se han revelado las causas de su fallecimiento, Rivers había enfrentado en el pasado problemas de salud, entre ellos una enfermedad hepática que lo mantuvo alejado por un tiempo.
La despedida concluye con una promesa que resume lo que significó para sus compañeros y para toda una generación: “Tu música nunca termina”.