En tiempos donde el rock parece buscarse a sí mismo entre fórmulas repetidas y discursos agotados, una banda suiza decide mirar al campo para reimaginar su identidad. POWERHILL presenta Generation X, su primer álbum de estudio, disponible desde el 27 de junio de 2025 a través de Dr. Music Records. La propuesta, insólita y entrañable, se autodefine como Farm Metal, un cruce singular entre distorsión, sentido del humor y vida rural.
Lejos de ser una anécdota, este debut demuestra que el metal aún puede renovarse con autenticidad, sin renunciar a su energía. Al frente está Veronica Torre, vocalista con carácter que lidera una formación donde cada integrante aporta su sello. El guitarrista y productor Alberto ‘Cep’ Ceppi, el bajista Luca ‘Chewbe’ Gentile y el histórico Jörg Michael a la batería (veterano de bandas como Stratovarius y Running Wild) construyen una base sólida sobre la que la icónica vaca Clotilde, mascota y símbolo del grupo, lleva el espectáculo a un plano inolvidable.
Grabado en Stairway Studio bajo la producción de Stefano Scenini y masterizado por George Nerantzis, Generation X reúne diez canciones que alternan fuerza, sátira y sensibilidad. El arte visual, desarrollado por Thomas Ewerhard, sitúa a Clotilde en un escenario urbano ochentero de neón: imagen perfecta para un disco que mezcla nostalgia, ironía y potencia.
De establos a escenarios: una identidad forjada en madera y distorsión
Todo comenzó en un establo de Taverne, el pueblo natal de Cep. Allí, entre fardos y amplificadores, nació la idea de una banda que no pretendía parecerse a nadie. Tras un primer sencillo en 2006 (New Dimension) y una pausa prolongada, POWERHILL reapareció en 2018 con temas como Mad Cow City y el EP Bunnies And Eggs. Con Generation X, la banda alcanza su punto más elaborado y original.
Cada canción aporta una textura distinta. Powerhill funciona como declaración de principios: «Aquí no hay pose, solo distorsión y verdad». El videoclip, dirigido por Andy Pilkington, refuerza la estética entre lo paródico y lo poderoso. En Generation X, Clotilde toma protagonismo y marca el pulso con baquetas, cascos y una presencia que roza lo teatral. My Mood sorprende con su ternura; una balada que celebra lo simple con honestidad emocional. Bonfire invita a una escapada sensorial entre guitarras suaves y fogatas ficticias. Mientras tanto, Mad Cow City ofrece una sátira surrealista ambientada en una Las Vegas bovina, entre lo lisérgico y lo absurdo.
Generation X y la promesa de un nuevo rock suizo
Suiza, tierra fértil para el hard rock desde los tiempos de Gotthard y Krokus, suma con POWERHILL un nuevo actor capaz de equilibrar teatralidad, autenticidad y sonido. Su propuesta en directo es tan vital como su música: intensa, divertida y visualmente única. Con Generation X, la banda no solo entrega un álbum sólido, también plantea una forma diferente de habitar el rock, sin solemnidad, pero con toda la pasión.