Atrás, en el pasado y como suceso sin precedente en el Rock venezolano, había quedado el hito del jueves 27 de abril: el histórico Meet & Greet con medios y cientos de fans en la Plataforma Cultural La Pared Ccs.
Era tarde de «Requiem para un Zapato». Para el sábado 29, el cielo gris decoró con una suave lluvia el preámbulo del reencuentro de Zapato 3 con su ciudad de origen: Santiago de León de Caracas. ¡Los Dioses presagiaban una noche diferente…, única!
Caracas, ciudad de contrastes, vió fluir un río a contracorriente, el de miles de personas que esperaron una década para reencontrarse con el grupo de rock cuyas canciones se convirtieron en la banda sonora de nuestra vida: desde el post punk de los ochenta, el hard rock de principios de los noventa, la aproximación a sonoridades electrónicas y de secuencias y las letras espirituales y reflexivas… ¡Zapato 3 y nosotros crecimos y maduramos juntos!
¿Cómo lo llamamos?
¿Podemos llamar «concierto» a lo vivido con Zapato 3 en la Concha Acústica de Bello Monte…? Imposible.
Fue una experiencia emocional, fraternal y multisensorial. El arte visual y los videos del gran artista Néstor Villasmil proyectados en las pantallas fueron un hilo narrativo que hizo resaltar los matices de la música generada por Fernando, Carlos, Álvaro, Jaime y Darío.
La banda arrolló por más de dos horas al coso Baruteño, repleto de fans que nunca llegaron a sentarse. Saltaron y corearon más de una veintena de temas muy bien estructurados que llevaron a los afortunados asistentes con una trepidante velocidad, desde lo sublime homenaje al gran Diego Márquez hasta la eufórica celebración de sus grandes éxitos.
Si bien Safo de Lesbos dijo que «Si la muerte fuese un bien, los Dioses no serían inmortales», todos los que vivimos esta oportunidad, los que saltamos, lloramos y cantamos ofrendando nuestra voz hasta la ronquera, podemos asegurar que Zapato 3 y su legado tampoco morirá.
¡Larga vida al Rock! ¡Larga vida a Zapato 3!