Darren Aronofsky nos ha regalado películas maravillosas como «El luchador», «Pi», «Requiem For A Dream» y «Black Swan», que nos llevaron, con el característico estilo del director, a los intrincados y perturbadores rincones de la mente humana. Ahora Darren se ha despojado de su habitual y particular método visceral para hacer la que hasta el momento es su filme más natural, orgánico y humano, «The Whale».
«The Whale» es la bandera que ha enarbolado Aronofsky para demostrar que puede provocarnos incomodidad y movilizarnos sin tantos aditivos visuales y sonoros. Desde que inicia el filme, nos secuestra y encierra en el pequeño y claustrofóbico departamento de un solitario profesor de inglés que vive atormentado por una serie de sucesos del pasado que lo han llevado a un autoconfinamiento. En consecuencia, sufre ahora una obesidad mórbida como si fuera la exteriorización de sus remordimientos.
Darren Aronofsky escogió un elenco de lujo y le ha dado al actor Brendan Fraser, quien ha estado pasando por un momento muy difícil en su carrera cinematográfica y en lo personal, el papel de su vida, interpretando a Charlie, un personaje de muchas capas y emociones y con el cual se logra empatizar inmediatamente. Es una actuación tan natural y sincera que es de lo más real que se ha visto en el cine. Le ha merecido aplausos tanto del público como de la crítica especializada, y algunos importantes premios del mundo del cine. Ahora se perfila como el posible gran ganador del Oscar al mejor actor en la ceremonia de entrega del 12 de marzo.
Esta película es Brendan Fraser; se siente el dolor. Cada gramo de sufrimiento lo sientes en tu propia piel. Nos demostró que es un actor hecho para grandes papeles y no para un «George de la selva». «The Whale» es una película incómoda a momentos y te hará reflexionar, mirar atrás, ver qué quieres y qué harás, pero nunca te dejará indiferente.
Twitter: edwinmarcano88
Instagram: edmarcano