on’t Delay, el nuevo single de Rhett Repko, es una de éstas canciones que llegan para quedarse: brillante, rítmica y con una energía contagiosa que te saca de la rutina para llevarte directo a bailar.
El músico estadounidense, conocido por su espíritu indie-rock y con su sonido en constante evolución, se atreve ahora con una mezcla más atrevida: un alt-pop con tintes disco, un sintetizador suave y una melodía que no dejarás de repetir durante el día.
Repko quiso alejarse del formato clásico de sus anteriores lanzamientos y dejarse llevar por la espontaneidad. “Pensé en algo divertido, algo que sonara vivo, sin complicaciones”, ha contado el artista. Así nació Don’t Delay, un tema que mantiene el pulso firme y el groove juguetón, con una voz más suelta y casi improvisada, inspirada en Prince y en ese espíritu despreocupado de los ochenta.
Esa mezcla entre fiesta y nostalgia se siente en todo momento: sintetizadores envolventes y una percusión que invita a moverse. Es una canción «simple», ligera, pero con alma. El tipo de tema que te acompaña en carretera o te sorprende en mitad de la noche, con una sonrisa.
Un videoclip hipnótico muy de los 80’s
El lanzamiento llega acompañado de un videoclip dirigido por Carter Lou, quien ya había trabajado con Repko en Thnx for the Ride y A Broken Song. Aunque la idea inicial era grabar algo veraniego junto al mar, finalmente optaron por un enfoque más abstracto: luces intensas, colores saturados y planos que giran entre lo onírico y lo real.
En el video podemos apreciar al artista y su banda interpretando el tema con la naturalidad de quien disfruta lo que hace. No hay artificios, solo energía pura y esa vibra que transmite un músico cuando está haciendo lo que más le gusta.
Un trayecto con proyección
Con Don’t Delay, Rhett Repko confirma su versatilidad. Tras acumular más de seis millones de reproducciones globales, el artista sigue consolidándose como una voz prometedora dentro del indie y el pop alternativo. Sus canciones han sonado en MTV, Netflix y TLC, y ha trabajado con nombres de peso como James Sanger (Madonna, U2) y el productor Mark Needham (The Killers, Imagine Dragons).
Su estilo ha ido puliéndose sin perder ese toque artesanal, cercano y emocional que conecta con la audiencia. Hay en su música un guiño constante a las raíces The Beatles, Nirvana, pero con un pie firme en el presente.