El mundo de la música despide a Sérgio Mendes, quien murió en Los Ángeles a los 83 años tras complicaciones derivadas del coronavirus. Ganador de tres Grammy y nominado al Oscar, Mendes fue una figura clave en la internacionalización de la música brasileña, llevando el sonido de la bossa nova, el jazz y el folklore a todo el mundo.
Brasil ‘66 y el legado musical
Mendes alcanzó fama global con su grupo Brasil ’66 y la inolvidable voz de Lani Hall. Juntos, conquistaron al público con temas como «Mas que Nada», un hit que rompió barreras al ser la primera canción en portugués en triunfar en las listas de Billboard Hot 100. Mendes siempre supo cómo mezclar géneros y romper esquemas, ganándose el respeto de figuras como Herb Alpert, quien lo fichó para el sello A&M Records.
Nacido en Niterói, Río de Janeiro, Mendes empezó como pianista clásico, pero su destino cambió tras su participación en el legendario concierto en el Carnegie Hall en 1962, donde tocó junto a íconos como João Gilberto y Óscar Castro Neves. Aquella presentación fue un trampolín para su carrera en Estados Unidos, donde Mendes consolidó por completo su sonido.
Versiones inolvidables y nuevos ritmos
El éxito de Mendes no solo se limitó a sus propias composiciones. Sus versiones tropicales de clásicos como «Fool On The Hill» de The Beatles y «My Favorite Things» lo convirtieron en un maestro en la fusión de ritmos. Álbumes como Timeless (2006), en colaboración con artistas como Justin Timberlake y Erykah Badu, demostraron su capacidad para reinventarse constantemente.
Con su álbum Brasileiro (1992), Mendes volvió a sus raíces, grabando sonidos auténticos de las calles de Río de Janeiro y Salvador de Bahía, lo que le valió el Grammy a Mejor Álbum Global. Su capacidad para conectar con nuevas generaciones lo llevó a colaborar con artistas como Carlinhos Brown, con quien también compuso la música de la película animada Río, nominada al Oscar en 2011 por la canción «Real in Rio».
Mendes fue un puente entre generaciones, colaborando con figuras como Stevie Wonder, Sarah Vaughan y Frank Sinatra. Su estilo único y su amor por la música lo convirtieron en una leyenda que, a lo largo de más de seis décadas, dejó un legado imborrable.
