THE DRIVER ERA vuelve con Obsession, un álbum que, más que una colección de canciones, es una declaración honesta: esto es lo que pasa cuando te metés de lleno en algo y no querés salir. Después de Summer Mixtape (2022), Rocky y Ross Lynch apuestan por un sonido más filoso, letras sin filtros y una producción que no se guarda nada.
Lo que arranca como un archivo de notas en el celular terminó siendo su proyecto más sólido hasta ahora. Obsession nació así, de una carpeta en la que íbamos tirando ideas. No sabíamos si iba a ser un álbum, pero sí sabíamos que no podíamos dejar de volver a esas canciones, cuentan los hermanos. Lo que siguió fue horas en estudio, demos que crecían, ajustes hasta el último beat y una energía que se nota en cada tema.
Pop-punk sin corbata y producción al mil
El track que le da forma al centro del disco, The Weekend, tiene ese tipo de energía que se pega y no se suelta. Bajo con groove, baterías con garra y una melodía que sube justo donde tiene que subir. Ross lo explica así: El fin de semana tiene ese peso simbólico… te da permiso para hacer lo que querés. Es corto, sí, pero por eso mismo se siente tan intenso. No hay concepto más THE DRIVER ERA que ese.
El resto del álbum se mueve cómodo entre distintos tonos: Don’t Take The Night trae un aire disco sin disfraces, mientras que I Can’t Believe She Got Away baja la intensidad para dejar en primer plano una producción detallista y precisa. Better juega entre géneros sin perder ese filo pop que la banda sabe manejar.
Obsesión en pequeñas dosis
Los adelantos no pasaron desapercibidos: I’d Rather Die, Don’t Walk Away, Touch, Same Old Story o You Keep Me Up At Night ya avisaban que esto venía fuerte. Son canciones que no piden permiso para quedarse, y cada una muestra un costado distinto de un dúo que entiende tanto de hooks como de atmósferas.
Con más de 400 millones de streams, 58 millones de views en YouTube y una base de seguidores que no para de crecer, THE DRIVER ERA pisa cada vez más fuerte dentro del alt-pop global. Y eso no es solo por cómo suenan, sino por cómo se paran en el escenario.
De estudio a escenario
Terminaron la primera parte del Obsession Tour en Norteamérica y ya tienen fechas listas para Latinoamérica: México, Argentina, Chile y Brasil. Después, volverán a girar por Estados Unidos y Canadá en una segunda etapa que incluye más de 40 fechas, cerrando el 18 de julio en el Hollywood Palladium de Los Ángeles.
La energía que se escucha en el disco es la misma que se respira en sus shows: nada está puesto al azar, pero tampoco hay rigidez. Rocky y Ross hacen que cada concierto se sienta como un reencuentro. Tocan como si fuera la primera vez, pero con la confianza de quienes ya saben lo que están haciendo.
