La canción TURISTA de Wet Iguanas es una protesta con ritmo demoledor. En dos minutos y medio, el cuarteto barcelonés transforma la rabia colectiva contra el turismo salvaje en una pieza punk afilada, directa y brutal. Turista vete ya no es un eslogan. Es un grito que nace de vivir en una ciudad cada vez más expulsiva.
La fecha marcada: su álbum debut llega en 2026
El primer disco de Wet Iguanas saldrá en el primer trimestre de 2026. Hasta entonces, TURISTA funciona como carta de presentación: pegajosa, incómoda y poderosa. La banda, formada por vecinos de la Barcelona real, deja claro que no quiere ser la postal bonita del Airbnb, sino el altavoz de los que siguen resistiendo desde el barrio.
La música de Wet Iguanas toma lo mejor del punk y lo carga con referencias locales y actuales. La producción de TURISTA, a cargo de Mario Patiño en La Atlántida Studios, deja espacio a los riffs punzantes, las baterías aplastantes y la voz rasgada de Hugo Pichot. Todo encaja como una patada sincronizada.
La canción suena a Carolina Durante, Fontaines D.C., Arctic Monkeys, pero también tiene acento propio. No es copia, es identidad que se agarra con uñas.
Fechas confirmadas en Barcelona y Madrid
Wet Iguanas presentarán TURISTA en directo en tres fechas durante otoño:
31 de octubre – Barcelona
27 de noviembre – Barcelona
28 de noviembre – Madrid (junto a Tetas Frías, con quienes lanzaron Mejor Lo Estropeamos Mañana)
Tres noches para saltar, gritar y escupir versos incendiarios en medio de la pista.
Desde Nueva York al Apolo: la canción ya prendió en directo
Antes de lanzarla oficialmente a finales de agosto, Wet Iguanas tocaron TURISTA en Nueva York, en el New Colossus Festival, gracias a The Spanish Wave. También la defendieron en La (2) de Apolo, teloneando a The Reytons. Aunque el mensaje iba dirigido a los turistas, ellos estaban entre el público. Ironías del directo.
El videoclip oficial de TURISTA no suaviza el discurso. Wet Iguanas se disfrazan de guiris y pasean por las zonas más conquistadas de Barcelona. Selfies, chanclas, cerveza tibia y ridículo cultural. Una sátira visual que subraya el punto: esta ciudad no es un parque temático.