En este día, donde la melancolía se posa sobre la escena musical, hacemos adiós a un auténtico maestro. Robbie Robertson, el inigualable compositor y guitarrista del icónico grupo de rock The Band, nos ha dejado a la edad de 80 años en la ciudad de Los Ángeles, luego de librar una extensa batalla contra la enfermedad.
Conocida por himnos como ‘The Weight’ y ‘The Night They Drove Old Dixie Down’, The Band, de origen canadiense-estadounidense, también brilló al lado de la leyenda Bob Dylan durante sus giras entre 1965 y 1966, una época que marcó un hito en la historia musical.
Robbie Robertson, nacido en Toronto el 5 de julio de 1943, encontró su pasión desde temprana edad. En su infancia, las visitas a la Reserva India de las Seis Naciones dejaron una huella profunda. Allí, la música fluía naturalmente en cada rincón, una experiencia que lo conectó con la guitarra y lo llevó a labrarse una sólida reputación como uno de los mejores guitarristas de su generación.
Las armonías vocales de The Band
The Band se destacó no solo por la maestría de Robertson en la guitarra, sino también por sus armonías vocales inigualables, donde Levon Helm, Rick Danko, Richard Manuel y Garth Hudson demostraron su excelencia. Su álbum debut en 1968, con éxitos como ‘The Weight’ y ‘I Shall Be Released’, cimentó su estatus musical, mientras que su segundo álbum en 1969 consolidó su reconocimiento en la crítica.
El camino de The Band no fue sencillo. Antes conocidos como The Hawks, acompañaron a Ronnie Hawkins y luego a Bob Dylan en sus giras «Going Electric». Cambiaron su nombre a The Band y participaron en el histórico festival de Woodstock en 1969. Su concierto de despedida, capturado por Martin Scorsese en el documental «El último vals» en 1978, inmortalizó su legado musical.
Después de la disolución de la banda, Robbie Robertson dejó su huella en la industria cinematográfica, componiendo bandas sonoras para películas icónicas de Scorsese. Su incursión en la actuación y sus álbumes en solitario demostraron su versatilidad y su disposición a explorar nuevos territorios sonoros.
A pesar de desavenencias y pérdidas dolorosas, Robbie Robertson expresó en su autobiografía un profundo agradecimiento por su viaje musical. Un viaje que dejó una marca imborrable y que continúa inspirando a generaciones de músicos.
