«No me gusta ni el nombre del grupo», ha dicho el cantante en una entrevista con un podcast.
Parece cosa de una publicación humorística, pero no, el titular que encabeza esta noticia es real y se ha producido durante una entrevista con el podcast Awards Chatter recogida por The Times. En un ataque de sinceridad sorprendente para unos, y muy esperado por otros, el cantante de Bono ha reconocido que la mayoría de las canciones de U2 son una mierda, hablando en plata. «Cuando voy en coche y suena una de nuestras canciones en la radio me pongo de color escarlata, como decimos en Dublín cuando queremos decir que estamos muy avergonzados. Creo que U2 ha tirado la casa por la ventana con lo vergonzoso, y tal vez el lugar ideal para un artista sea quedarse justo al borde la vergüenza», ha confesado el cantante, que también asegura haber aprendido realmente a cantar «hace muy poco tiempo».
El frontman irlandés tampoco se ha cortado un pelo al asegurar que la mayoría de sus interpretaciones vocales le hacen desear aquello de «tierra trágame», salvo excepciones como el single ‘Vertigo’ de 2004, «probablemente el que más me enorgullece por la forma en que conecta con la multitud». En ese sentido, recordó una anécdota en los años ochenta, en la que el ya difunto Robert Palmer le dijo al bajista de U2, Adam Clayton: «Dios, ¿alguna vez le dirás a tu cantante que simplemente baje un poco las notas, que se haría un favor a sí mismo? También nos haría un favor a todos los que tengamos que escucharlo». Al revivir aquella dura crítica durante la entrevista, Bono se ha criticado de forma descarnada a sí mismo y a sus compañeros: «Yo estaba como fuera de mí cuando cantaba, ni siquiera pensaba en cantar cuando lo hacía, así que realmente nunca he pensado en cambiar las notas que canto. ¿Alguna vez hemos cambiado de nota en este grupo?».
Respecto a sus discos, el vocalista señala que el álbum de debut de U2, ‘Boy’, contenía un material «más único y original» en términos de letras, al igual que algunos «otros álbumes» que le siguieron. «Pero creo que no fui detallista en muchas otras letras, y cuando miro hacia atrás y las veo digo: ‘¡Dios!’».
Bono también ha asegurado que ni siquiera le gusta el nombre del grupo en el que lleva casi medio siglo militando. «Realmente no me gusta. Me di cuenta demasiado tarde, por algún tipo de dislexia, porque tampoco me di cuenta de que The Beatles era un juego de palabras cutre. En nuestra cabeza, U2 era como el avión espía, el submarino, era futurista, pero no, no me gusta ese nombre. Todavía no me gusta. Lo que ocurrió fue que Paul McGuinness, nuestro primer gerente, dijo: ‘Mirad chicos, es un gran nombre, se verá bien en una camiseta, una letra y un número’».
¿Por qué le habrá dado a Bono por ponerse a parir a sí mismo en público? Lo cierto es que los dos últimos discos de la banda han sido los que peores críticas han recibido de toda su carrera: ‘Songs of Innocence’ alcanzó un 64 sobre cien en la web Metacritic, que hace una media de todas las reseñas publicadas en los grandes medios; y ‘Songs of Experience’, un 63. Del segundo, la web The A.V. Club publicó una reseña que curiosamente emplea el mismo término que ahora ha usado Bono: «Songs Of Experience, el 14º álbum de estudio de U2, aumenta el nivel de ambición con resultados vergonzosos». Y sobre el primero, Classic Rock Magazine sacó otra crítica aludiendo a otros que deberían tomar nota, sus descendientes Coldplay: «Songs Of Innocence está sumido en el letargo, con un nivel de aspiración que se extiende tan lejos como el Coldplay, y que nunca explora más allá».