Britney Spears y su esposo, Sam Asghari, tuvieron una discusión en público durante una cena en el restaurante JOEY en el Valle de San Fernando (Los Ángeles) el viernes por la noche.
Según informa TMZ, los clientes reconocieron a Britney y comenzaron a grabar con sus teléfonos, lo que la molestó. Testigos presenciales afirman que la cantante comenzó a actuar de forma «maníaca», gritando e hablando incoherencias.
Además, tal y como relata el citado medio, que muestra imágenes de aquella noche, Sam no pudo soportar la actitud de Britney y decidió abandonar furioso el restaurante.
Según las imágenes obtenidas por TMZ, Britney Spears se encontraba sentada sola en una mesa, comentando lo que los testigos describieron como «tonterías». Tras el altercado con su pareja, Britney abandonó el restaurante acompañada de su guardaespaldas, quien tuvo que volver para pagar la cuenta.
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Tras hacerse público su extraña conducta en el restaurante, Spears ha utilizado las redes sociales para responder a la polémica escena. La intérprete ha publicado en su cuenta de Instagram una ilustración en la que aparece una mujer vestida de verde sentada en una mesa y que incluye el mensaje “¡Me dijeron que no podía, por eso lo hice!”.