En un episodio especialmente conmovedor del podcast Yo Soy Aly, la conversación gira en torno a Manuel Jurado, director de orquestas, violinista de formación clásica y creador de experiencias sonoras con propósito. Su historia, lejos de ser convencional, está marcada por una sensibilidad poco común, una conexión profunda con el arte y una misión transformadora que nace del dolor y se convierte en armonía.
Un viaje personal desde la infancia hasta los grandes auditorios
Desde muy joven, Manuel vivió un giro inesperado que lo condujo, casi por azar, al universo sinfónico. Lo que comenzó con la pérdida de un diente de leche, terminó revelando una vocación poderosa. Con naturalidad y sin artificios, comparte cómo la música se convirtió en su refugio, en su lenguaje principal y en la brújula que ha guiado cada paso de su vida.
Durante la charla, se abordan temas tan íntimos como el trauma emocional, el impacto de la migración, el poder restaurador del arte y el significado de dirigir desde el alma. Según sus palabras, dirigir una orquesta es como hablar con Dios, una declaración que deja ver la dimensión espiritual que Manuel otorga a su oficio.
Orquesta Cruz Diez: música para sanar la memoria colectiva
Uno de los puntos más emotivos del episodio es la creación de la Orquesta de Migrantes Cruz Diez, un proyecto social y artístico que busca reconstruir identidades a través del sonido. La iniciativa, desarrollada por Manuel con enfoque humanista, ha recibido reconocimiento por su capacidad para integrar culturas, sanar heridas invisibles y dar voz a historias silenciadas.
Entre comparaciones, influencias y sueños por cumplir
Durante la entrevista, también hay espacio para abordar las inevitables comparaciones con el reconocido maestro Gustavo Dudamel, algo que Manuel asume con respeto, aunque con una visión clara de su identidad artística propia. Además, sorprende al revelar que uno de sus sueños sería colaborar algún día con Yandel, fusionando la disciplina de la música académica con el pulso urbano del reguetón contemporáneo.
Un final rítmico: del atril a la batería
Como ya es tradición en el podcast, la anfitriona Alyenny Castillo propone un reto al invitado: salir de su zona de confort. En esta ocasión, Manuel se anima a aprender los primeros compases en la batería, viviendo en carne propia lo que significa soltar la batuta y entregarse al ritmo con humildad y alegría. Una escena que, más allá de lo anecdótico, resume la esencia de este episodio: el arte como espacio de juego, valentía y redescubrimiento.
Este contenido fue grabado en Multiplace Studios, bajo la dirección creativa de Alyenny Castillo y con la asistencia técnica de Julieta De León.