La ciudadanía española sufre una de las peores inflaciones de la historia reciente. Los precios desbocados ya no alcanzan solo la factura de la luz; también ocurre con la cesta de la compra. Algunas personas han tenido que prescindir de alimentos que hasta ahora parecían básicos, dado que, si no, les resulta imposible poder comprar todo aquello que consideran fundamental. Alimentos como las verduras o las hortalizas alcanzan precios nunca vistos en España.
Esa crisis, que sigue yendo a más, no afecta en cambio a los diputados del Congreso. El BOE ha publicado un documento en el que cuenta que se van a destinar más de 1,2 millones de euros para renovar los dispositivos móviles de los parlamentarios. Entre esos dispositivos que van a renovarse, se encuentran casi medio millar de teléfonos iPhone y cerca de 300 teléfonos Samsung de última generación, de los cuales podrán disfrutar los parlamentarios mientras mantengan su acta.
La razón por la cual se justifica este gasto de más de un millón de euros tiene que ver con que los móviles que actualmente los diputados tienen cierta antigüedad y “a partir de 2023 podrían dejar de recibir actualizaciones, lo que puede suponer un problema para la seguridad de los dispositivos”. El uso de estos dispositivos ha sido objeto de controversia en numerosas ocasiones, con la ciudadanía exigiendo a los políticos que se lo paguen de su bolsillo.
¿Podría ser un gasto más corto?
El elevado gasto en renovar los dispositivos móviles no ha gustado nada a los ciudadanos, que se preguntan por qué sale tan caro comprarlos. Los dispositivos que actualmente tienen los diputados son iPhone 8 que fueron comprados en los años 2017 y 2018, motivo por el cual se señala que podrían dejar de recibir actualizaciones pronto, aunque los iPhone 8 no están incluidos por ahora en esa ‘lista negra’. Probablemente, Apple dé más detalles con la presentación del iPhone 14, que se presenta este miércoles.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿podría el Congreso hacer un recorte del gasto? Sería posible, si los dispositivos móviles no fueran de última generación. El hecho de que se compren los dispositivos más modernizados del mercado, y con las marcas más caras que existen a nivel tecnológico, hace que el dinero que se gaste en cada dispositivo sea mucho más grande de lo previsto.
Un dinero que cada vez menos familias pueden permitirse para comprar siquiera un teléfono móvil.
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