La cultura latinoamericana despide a Ernesto Acher, figura indispensable del humor culto, quien falleció este 12 de diciembre de 2025 en Buenos Aires a los 86 años. El histórico multiinstrumentista y compositor deja un vacío profundo entre los seguidores de Les Luthiers y los amantes del jazz rioplatense.
Su etapa junto al conjunto de instrumentos informales, entre 1971 y 1986, marcó un punto de inflexión en la producción sonora de la banda. Acher impulsó la amplificación moderna y brilló como protagonista en obras icónicas como La Cantata de Don Rodrigo y Teresa y el Oso. Su rol fue vital para sofisticar la propuesta armónica del grupo sin sacrificar la comedia.
Tras su salida, canalizó su inagotable creatividad en La Banda Elástica, un proyecto donde nucleó a grandes figuras del jazz argentino. Allí fusionó géneros con una libertad absoluta y demostró su destreza en el clarinete, el piano y los arreglos orquestales.
Durante varios años residió en Chile, donde ejerció la docencia universitaria y dirigió orquestas, consolidando un perfil de arquitecto sonoro incansable. Regresó a Argentina en 2016 para reconectar con sus raíces y continuar creando junto a viejos amigos como Jorge Navarro.
El legado de Ernesto Acher permanece en cada arreglo ingenioso y en su visión de la música como un juego serio. Su partida cierra un capítulo dorado, pero su obra queda como testimonio de un talento que supo unir la excelencia académica con la carcajada popular.




