Un destacado grupo de escritores, entre ellos nombres reconocidos como George R.R. Martin, Sylvia Day, Mary Bly y John Grisham, ha presentado una demanda colectiva en los Estados Unidos contra OpenAI. La razón detrás de esta acción legal radica en el uso no autorizado de sus obras de ficción, que cuentan con protección de derechos de autor. OpenAI empleó estas obras para entrenar modelos de lenguaje de gran envergadura, lo que permitió la generación de textos que imitan el estilo y trabajo de estos escritores.
La demanda colectiva cuenta con el respaldo de The Authors Guild, una organización profesional de escritores publicados, y también incluye la participación de otros 17 escritores individuales. Esta respuesta surge como consecuencia del daño percibido y la amenaza existencial que se cierne sobre la profesión de escritor debido al uso de estas obras de ficción en el entrenamiento de modelos de lenguaje de gran envergadura.
El objetivo de la demanda es señalar a OpenAI por el uso de obras protegidas por derechos de autor sin obtener la licencia necesaria.
Los escritores George R.R. Martin y John Grisham realizan demandan a OpenAI: Un análisis detallado de las razones
Según The Authors Guild en un comunicado de prensa, OpenAI adquirió los libros desde fuentes de dudosa legalidad en línea. Posteriormente, los incorporó en los modelos GPT 3.5 y GPT 4, que son modelos de lenguaje de gran tamaño utilizados para mejorar el rendimiento de ‘chatbots’ como ChatGPT y otras herramientas comerciales.
Una preocupación adicional relacionada con el uso indebido de las obras de estos autores por parte de OpenAI es que los usuarios de ChatGPT pueden solicitar al ‘chatbot’ que «escriba» obras que imiten el trabajo de los autores afectados. Un ejemplo notorio es el intento reciente de generar los volúmenes 6 y 7 de la saga ‘Canción de hielo y fuego‘, originalmente creada por George R.R. Martin.
Mary Rasenberger, directora ejecutiva de The Authors Guild, denunció que las personas ya están distribuyendo contenido generado por versiones de GPT que imitan o utilizan los personajes e historias de los autores originales. Además, se han detectado empresas que venden mensajes que permiten a los usuarios «adentrarse en el mundo» de los libros de un autor. Estas acciones se consideran claras infracciones de los derechos de propiedad intelectual de los creadores originales.
Aunque esta demanda colectiva se centra en los escritores de ficción, una categoría de escritores bien definida, en The Authors Guild son conscientes de que el impacto se extiende a escritores de diversos géneros. Como ejemplo, mencionan el caso de Jane Friedman, quien en agosto denunció a través de redes sociales que había encontrado libros en Amazon con su firma que ella no había escrito, los cuales también se habían incluido en su perfil de autor en Goodreads.