El órgano cultural de las Naciones Unidas confiere a Caracas reconocimiento como ciudad creativa de la música y los músicos del interior del país hacen estallar las redes sociales.
Cuando se logra algo tras solicitarlo muchas veces, incluso mediante la utilización de recursos como despertar compasión en los demás, recitamos un viejo refrán que reza «el que no llora, no mama». Es propicio recordar estas palabras pues, tras el temblor de esta mañana y la consecuencial búsqueda en Twitter (en «X», si así lo prefieres) de los detalles, me entero que la UNESCO incluyó a Caracas entre las ciudades creativas de la música, producto de una solicitud que le elevó la Alcaldesa del Municipio Libertador, Carmen Meléndez, el pasado mes de julio.
«La Almirantanta» pidió y le concedieron, pero ¿Es Caracas una ciudad creativa de la música? Yo, como caraqueño, creo que no ¡Y los músicos del interior del país ni te cuento! Sus estados de WhatsApp son indignación pura y dura, pues históricamente en Venezuela se reconoce y popularizaron ritmos como la Gaita Zuliana, el Joropo llanero, el Calypso Guayanés, el Tambor de la costa, los galerones orientales. Mientras que la música caraqueña, la música «cañonera», solo sigue siendo interpretada por la agrupación «Los Antaños del Stadium«.
Ciudad Creativa de la Música
Lo cierto es que nuestra creatividad gira alrededor de la música: creamos lugares improvisados para tocar, creamos rivalidades con otras bandas y con los ex integrantes de nuestros grupos, creamos polémicas (está cool tocar por nada en los festivales que los alcaldes que se lucran con el Aseo Urbano y los permisos de construcción, pero es detestable cobrarle al Gobierno Nacional por tocar en una buena tarima y con un gran sonido). En fin, nada que amerite reconocimiento alguno por parte de la UNESCO. ¡Razón tenía Cerati cuando dijo en 1990 que Caracas es otra ciudad de la furia!
Caracas es Caracas
Yo estoy orgulloso y me encanta ser un caraqueño que vive en Caracas, pero para el metalero que dice que Valencia (estado Carabobo) es «la capital del Rock Venezolano» o el Guaro que se jacta de su Barquisimeto, «la ciudad musical de Venezuela», este reconocimiento es un exabrupto; la ratificación de que las instituciones internacionales como la UNESCO no saben nada de Venezuela.
Bueno, el Sifri Rock sí nació en Caracas. Quizás a la UNESCO le gusta todas esas bandas que suenan igual, porque no los complica demasiado.
